A una semana de la desaparición del sacerdote Joaquín Hernández Sifuentes en Saltillo, Coahuila, continúa la búsqueda, sin embargo, aún no se cuenta con pistas sobre su paradero.
Joaquín Hernández Sifuentes fue ordenado sacerdote desde el año 2004; se encarga de la pastoral Familiar de la vicaría Juan Pablo II.
La desaparición del religioso se habría registrado el pasado 3 de enero, al corroborarse que días antes de tomar unos días de vacaciones, fue detectado el ingreso de dos jóvenes que conducían su vehículo en camino de salida de la parroquia del Sagrado Corazón, lugar donde además de cumplir con su servicio a la comunidad, vive Hernández Sifuentes y otros representantes de la iglesia católica.
La última vez que fue visto, él salió unos momentos para hacer un encargo personal en una comunidad cercana, después de eso nadie lo vio.
De acuerdo con el testimonio de uno de sus compañeros, intentaron llamarle, pero no respondía a las llamadas, pero a nadie le resultó anormal.
La puerta de su cuarto estaba entre abierta, pero al ingresar sólo era evidente que algo extraño había pasado debido a que las puertas del clóset y los cajones se encontraban abiertos, mientras que su ropa estaba esparcida.
El pasado fin de semana, las autoridades de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Coahuila, ha realizado diversas diligencias para buscar indicios que contribuyan con su localización, sin embargo, en medio del escepticismo que existe en torno al caso, sólo se sabe que fue hallada su maleta, la cual se encontraba esperando a ser acomodada para el periodo vacacional, pero nada que lleve hasta su localización.
Amigos cercanos dan testimonio de la alegría y responsabilidad con la que nuestro hermano Joaquín Participa de los eventos diocesanos, retiros, cursos y juntas a las que es convocado, quedando de manifiesto su fidelidad y deseo de servir a Dios”, afirmó la Diócesis de Saltillo a través de su último comunicado en torno a la desaparición de su sacerdote.
De acuerdo con la autoridad religiosa, el sacerdote desapareció y con él también se desconoce dónde quedaron su celular, una tablet, una computadora portátil y su automóvil, un Derby Volkswagen modelo 2009 color blanco con placas FKM3200 del estado de Coahuila.
Derivado de la desaparición y búsqueda, la Diócesis de Saltillo y la Conferencia del Episcopado Mexicano, han solicitado a la sociedad que se una con sus oraciones para que el sacerdote aparezca con bien, así como piden a las autoridades que apoyen en las diligencias que sean necesarias para determinar lo ocurrido la última noche que se le vio.
Fuente: Excélsior