Los elegidos para integrar el Gobierno del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, comienzan hoy a someterse al escrutinio del Senado con el polémico senador Jeff Sessions, que espera ser confirmado como fiscal general.
Senador republicano por Alabama durante 20 años y conocido por sus ideas contra los inmigrantes, Sessions se enfrentará a las preguntas del comité judicial de la Cámara Alta de EE.UU.
Está previsto que los senadores pregunten a Sessions sobre su etapa como fiscal para el distrito sur de Alabama (1981-1993), momento en el que fue acusado de hacer comentarios racistas, bromear sobre el Ku Klux Klan (KKK) y perseguir judicialmente a los defensores de los derechos civiles de los afroamericanos.
La primera designación que hizo Trump para su Gobierno fue la de Sessions, quien en febrero de 2015 sorprendió a su partido al subirse a un escenario en Madison (Alabama) para mostrar su apoyo al millonario, mientras llevaba una gorra roja con su lema de campaña: «Hacer a EE.UU. grande de nuevo» («Make America Great Again»).
El siguiente en someterse al escrutinio de los legisladores será el general retirado John Kelly, seleccionado por Trump para dirigir el Departamento de Seguridad Nacional y que tiene previsto comparecer esta tarde ante el comité de Seguridad Nacional y Asuntos gubernamentales del Senado.
Este miércoles le llegará el turno a otra de las designaciones más controvertidas de Trump, la del exconsejero delegado de la petrolera ExxonMobil Rex Tillerson como secretario de Estado.
Tillerson cuenta con buenas relaciones con el presidente ruso, Vladímir Putin, unos vínculos especialmente controvertidos en un momento de tensión entre Washington y Moscú ante las acusaciones de las agencias de inteligencia de EE.UU. de que Rusia intentó influir en las elecciones estadounidenses a través de ataques informáticos.
Los nombramientos del Gobierno de Trump se debatirán primero en diferentes comités del Senado y luego pasarán al pleno de la Cámara Alta, donde necesitan una mayoría simple para ser confirmados.
Lograr el voto de 51 de los 100 senadores de la Cámara Alta parece factible para la mayor parte de los nominados por Trump debido a que los republicanos cuentan con una mayoría de 52 escaños, aunque podría haber divergencias en las filas conservadoras ante las designaciones más polémicas, como la de Sessions o de Tillerson.
Las audiencias para estudiar las nominaciones comenzaron hoy porque el Congreso inició el 3 de enero su nuevo periodo de sesiones, pero la votación para confirmar o denegar las nominaciones de Trump no podrá producirse hasta después del 20 de enero, cuando el millonario será investido como presidente de Estados Unidos.
Fuente: Crónica