«Esto es la Unión Europea. Y aquí no se discrimina por nacionalidad, raza o religión». La Comisión Europea ha lanzado este lunes la primera andanada retórica contra el activismo de Donald Trump, cuyos mensajes sobre tortura, terrorismo e inmigración empiezan a encontrar acomodo en la normativa estadounidense vía decreto ley. Un portavoz del Ejecutivo comunitario ha afeado este lunes a Washington el polémico veto migratorio de Trump tras el revés judicial que paraliza las deportaciones. Europa se suma al estupor global. Y empieza a enseñar los dientes. Poco —con un mensaje medido hasta la última coma— tarde —ha tardado 10 días en pronunciarse— y mal: a través de un portavoz a la vista de que el presidente Jean-Claude Juncker sigue en silencio.
Y aun así Bruselas dispara un par de dardos con veneno. La Comisión ha avisado a la Administración Trump que «garantizará que no haya ningún tipo de discriminación» a los ciudadanos europeos con doble nacionalidad, según el portavoz. Los servicios jurídicos comunitarios están estudiando todas las derivadas del decreto estadounidense. De momento, la UE no se plantea represalias —tal como ha amenazado Irán, por ejemplo—, pero su brazo ejecutivo anuncia que «se analizará ese decreto y la forma en la que está siendo aplicado para ver si tiene impacto» en los europeos con doble nacionalidad.
Países islámicos urgen a Trump a revertir el veto migratorio
La principal agrupación de países islámicos condenó el lunes el decreto del presidente Donald Trump que prohíbe la entrada a Estados Unidos a viajeros procedentes de ciertos países de mayoría musulmana, advirtiendo que ese tipo de medidas solo da aliento a los extremistas.
La Organización para la Cooperación Islámica (OCI, de 57 naciones) expresó su «grave consternación».
Muchas de las personas que huyen de la guerra y de las persecuciones han sido afectadas adversa e injustamente (por la medida)», agregó.
Ese tipo de medidas selectivas y discriminatorias solo servirán para envalentonar a los radicales y extremistas y dará más ánimo a los partidarios de la violencia y del terrorismo en un momento crítico», añadió.
La OCI llama al gobierno de Estados Unidos a reconsiderar esta decisión generalizada y atenerse a su obligación moral de prestar liderazgo y esperanza en una era de gran incertidumbre e inestabilidad en el mundo», expresó.
Es la primera reacción oficial de Arabia Saudita al decreto. El domingo, Trump llamó al rey saudí Salman y lo invitó a visitar Washington.
La OCI, con base en Yeda, en Arabia Saudita, es una entidad aparte del gobierno saudí pero suele reflejar la posición oficial del reino. Entre los miembros de la OCI están Indonesia, Malasia y numerosos países africanos.
Fuente: El País/Excélsior