Las autoridades turcas están cerca de identificar al autor del ataque perpetrado en Nochevieja en el club Reina de Estambul, con un balance de 39 muertos y 69 heridos. Según ha informado en rueda de prensa el viceprimer ministro turco, Numan Kurtulmus, a través de las huellas y las imágenes reunidas tras el asalto, la identificación será rápida. Las últimas imágenes distribuidas por la policía turca muestran el rostro de perfil del supuesto autor del atentado, un joven de unos 25 años. Kurtulmus ha confirmado además que las fuerzas de seguridad han detenido durante la operación policial a ocho personas por sus posibles vínculos con el ataque, aunque el terrorista sigue en busca y captura. Precisamente hoy, el Ministerio del Interior informó del arresto en una semana en toda Turquía de 147 personas vinculadas al Estado Islámico (ISIS, en sus siglas en inglés).
Este grupo yihadista, a través de su aparato mediático se ha atribuido este lunes la autoría del atentado. El agresor accedió a la exclusiva sala de fiestas Reina, en la orilla europea del Bósforo, y ametralló a bocajarro a los más de 500 asistentes de la élite secular que celebraban la llegada de 2017. «En continuación de las sagradas operaciones que el Estado Islámico está llevando a cabo contra el protector de la cruz, Turquía, un heroico soldado del califato golpeó uno de los más famosos club nocturnos donde los cristianos celebran su festivo apóstata», dice el comunicado del Estado Islámicos (ISIS, por sus siglas en inglés).
Las fuerzas de seguridad buscaban este lunes al atacante, cuya identidad se desconoce, por el distrito de Besiktas, al que pertenece el vecindario de Ortaköy, donde está ubicado el club. Helicópteros sobrevolaban la zona, acompañando el despliegue de miles de efectivos policiales hasta el vecino distrito de Beyoglu, el corazón económico de la ciudad, donde se ubica la plaza Taksim.
La masacre asestó un nuevo golpe a Turquía, enfrascada en varios frentes militares a ambos lados de la frontera turco-siria, y objetivo claro de las milicias kurdas y de la cúpula del Estado Islámico, como lo atestiguan los más de 300 muertos en atentados durante 2016.
Entre las víctimas mortales hay una joven israelí, un libanés, un belga y tres indios. Entre los heridos hospitalizados hay al menos 24 extranjeros, entre ellos saudíes, marroquíes, libaneses y libios, según la última actualización de las autoridades turcas. El primer ministro turco, Binali Yildirim, señaló que tres de los heridos se encontraban este domingo en estado crítico.
El presidente Erdogan condenó el ataque terrorista de Estambul y prometió ser implacable con los autores. Estambul, como la mayoría de grandes ciudades europeas, estaba en alerta ante la posibilidad de nuevos atentados durante las fiestas navideñas tras el cometido en Berlín el pasado 19 de diciembre. Tal era así que la ciudad turca tenía desplegados a 17.000 policías para velar por la seguridad en Nochevieja. Unas medidas de seguridad que no impidieron el atentado.
Según el gobernador de la metrópolis de Estambul, Vasip Sahin, el atacante accedió a la sala a la 1.15 de la madrugada (23.15, hora de la España peninsular) después de disparar con su arma al policía que protegía la entrada y a un civil. Tras ametrallar de forma indiscriminada a los asistentes que celebraban el año nuevo, el atacante logró escapar de la escena del crimen y dejó el arma, un Kaláshnikov AK-47, en el suelo de la discoteca donde yacían heridos y fallecidos, junto a charcos de sangre.
Fuente: El País