No querer levantarse de la cama, ni despertarse, no tener fuerza para realizar tus actividades diarias y sentir una tristeza profunda, podrían ser síntomas de un trastorno. De acuerdo al Instituto Nacional de Salud Pública durante los meses de otoño e invierno un tipo de depresión llamado Trastorno Afectivo Estacional (TAE) afecta al 10% de la población mexicana.
La menor intensidad de luz solar que hay en el invierno y el otoño puede perturbar el reloj interno y dicha alteración es capaz de provocar depresión. El cambio de las estaciones también puede influir sobre la melatonina y la serotonina corporales, sustancias que desempeñan una función tanto en la sincronización del sueño como en el ánimo. La combinación de esos factores puede conducir al Trastorno Afectivo Estacional.
Los síntomas más comunes de este padecimiento son la tristeza o el sentimiento de desesperanza, fatiga, mayor duración del sueño y ansiedad por ingerir alimentos ricos en carbohidratos. Además de las causas biológicas, de acuerdo al neuropsiquiatra, Leonardo Ruíz, el trastorno se acrecenta con fenómenos psicosociales a los que estamos expuestos en esta época, como la falta de ingresos económicos, el duelo por un ser querido, la añoranza por el pasado, entre otros.
Un tratamiento funcional para pacientes con este padecimiento es la terapia lumínica, que consiste en exponer a las personas a una lámpara que simula los rayos del Sol, este procedimiento debe ser realizado por un especialista.
Fuente: Publimetro