Madonna besó a Ariana Grande, criticó repetidamente al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y dijo sentir vergüenza de ser estadunidense el viernes durante una actuación magnética en Miami, en la que recaudó más de 7,5 millones de dólares para Malawi.
La «Material Girl» buscó entre sus tesoros y subastó piezas de su colección personal de arte, un traje de su gira que fue presentado por Grande e instantáneas en blanco y negro de su boda en 1985 con Sean Penn, realizadas por el fallecido fotógrafo Herb Ritts. Las tres imágenes del enlace se vendieron por 230 mil dólares.
Penn, que estuvo presente en la recaudación de fondos y pujó por varios artículos caros cuando la subasta se estancó, esposó a Madonna y se deslizó sobre sus piernas mientras trataban de animar al público a ofrecer más dinero.
«Por una vez, no es él el arrestado», bromeó la cantante.
La fiesta duró hasta la madrugada del sábado, cuando Madonna se subió al escenario para un concierto de una hora ante una audiencia plagada de estrellas como Leonardo DiCaprio, Chris Rock, Dave Chappelle, James Corden, su exnovio Alex Rodríguez y Courtney Love. La gala para recaudar fondos es una de las muchas fiestas durante la feria de arte contemporáneo Art Basel Miami Beach.
Madonna, que actuó con un top ancho rosa y medias de red, pareció no guardarse nada, especialmente sus opiniones sobre las elecciones a la Casa Blanca, bromeando con el público sobre que había prometido favores sexuales a quienes votasen por la demócrata Hillary Clinton.
Con coquetería rebeló que había estado en la cama del republicano Donald Trump, y más tarde aclaró que fue durante una sesión de fotos para una revista y que el ahora presidente electo ni siquiera estuvo presente. La cantante aprovechó para criticar sus sábanas baratas.
«No eran de algodón egipcio porque todos sabemos qué siente hacia los musulmanes, ¿no?», señaló mientras parte de los asistentes resoplaban.
La cantante interpretó una versión más lenta del éxito de Britney Spears «Toxic» y, con una voz seductora, recitó la frase «You know that you’re toxic» («Sabes que eres tóxico») mientras en una pantalla gigante detrás de ella pasaban imágenes de Trump.
En un momento de la noche caminó por entre el público subiéndose a las mesas y bailando en el regazo de un hombre. Más tarde agarró la silla en la que había actuado y dijo que quería subastarla, explicando que 600 dólares podían enviar a una niña de Malawi a la escuela secundaria y 2 mil dólares cubrirían sus gastos universitarios. La silla alcanzó los 10 mil dólares.
Otros de los objetos destacados de la puja fueron una pintura de Damien Hirst; una actuación privada del mago David Blaine, también presente en el evento y una estancia de una semana en la casa de DiCaprio en Palm Springs, que recaudó 140 mil dólares. Un cuadro de Tracey Emin de la colección personal de la cantante se vendió por 550 mil dólares.
Madonna adoptó a su hijo David, de 11 años, de un orfanato de Malawi hace más de una década. En aquel momento, reconoció, «no sabía donde estaba Malawi» en el mapa. El bebé tenía neumonía y malaria. Su madre falleció durante el parto y sus hermanos estaban también muertos.
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Fuente: Milenio