Los italianos votaban el domingo en un referendo sobre reformas constitucionales, seguido muy de cerca en el extranjero ante la posibilidad de que Italia se convierta en el siguiente país en rechazar el status quo político.
El primer ministro Matteo Renzi ha dicho que renunciará si las reformas se rechazan en la votación, y los políticos de oposición han prometido presionar para que se forme un nuevo gobierno si los votantes rechazan los cambios constitucionales propuestos.
El riesgo de inestabilidad política ha desatado una reacción en el mercado antes de los comicios, con descensos en los títulos de bancos y un alza en el coste de la deuda soberana.
El referendo pretende agilizar el penoso proceso legislativo italiano reduciendo los poderes del Senado, además de retirar algunas competencias a los gobiernos regionales.
Las urnas abrían durante 16 horas el domingo, a partir de las 7 de la mañana, hora local (0600 GMT).
Fuente: La Razón