François Hollande no será candidato a sucederse a sí mismo en el palacio del Elíseo. Lo anunció este jueves en una solemne declaración televisada a la nación, el mismo día en que se declaraba abierta oficialmente la campaña para unas primarias abiertas de la izquierda. Hundido en su popularidad, Hollande es el primer presidente de la V República que renuncia a competir por un segundo mandato.
«No he perdido la lucidez y he decidido no ser candidato a la elección presidencial». Con esa frase, que la completó con su deseo expreso de no dividir aún más a la izquierda, Hollande tira la toalla. De paso, abre de par a su primer ministro, Manuel Valls, la opción de ser él el candidato de los socialistas.
El jefe del Estado ha hecho el anuncio tres días después de un tenso almuerzo que mantuvo con su primer ministro, Manuel Valls, que se había declarado «listo» para ser el candidato si no lo era Hollande. Las declaraciones de Valls, que supusieron una fuerte presión sobre el presidente, fueron seguidas tras el almuerzo por una declaración del primer ministro declarando su «lealtad» al jefe del Estado.
Hasta el momento, el único candidato que ha presentado oficialmente su candidatura por la izquierda es el exministro de Economía Arnaud Montebourg, del ala radical del Partido Socialista. Montebourg, que fue cesado como ministro en agosto de 2014, ha dicho ahora que, si no hay primarias abiertas, será «el fin del PS». De haberse presentado, Hollande corría el riesgo, como auguraban los sondeos, de perder las primarias ante Montebourg.
Otros tres destacados dirigentes de la izquierda ya han anunciado que son candidatos al Elíseo pero que no se presentarán a las primarias. Se trata de Jean-Luc Mélenchon, exsocialista apoyado por los comunistas: el también exministro de Economía Emmanuel Macron, que dimitió en julio tras formar su propio partido, En Marche!, y Sylvia Pinel, del Partido Radical de Izquierdas.
Fuente: El País