El atentado es el cuarto de estas características ocurrido desde el pasado agosto contra instalaciones militares y el tercero que tiene como blanco el cuartel de la Seguridad Central de Al Saulaban, que se sitúa a 20 kilómetros de la ciudad de Adén, sede de la capital provisional del Gobierno encabezado por Hadi.
Según una fuente de seguridad de la provincia consultada por Efe, un terrorista detonó el cinturón de explosivos que llevaba adosado a su cuerpo en medio de un grupo de soldados que esperaba su turno a las puertas del cuartel para cobrar el salario.
Los soldados esperaban en el exterior del cuartel porque el aparato de seguridad del Ejército, para evitar aglomeraciones, no permitió la entrada de todos ellos en el recinto.
Unos 1.000 soldados habían entrado al cuartel para recibir sus sueldo, pero cientos continuaban en el exterior de las instalaciones en el momento de la detonación.
En un comunicado difundido a través de internet y cuya veracidad no ha podido ser confirmada, el EI reivindicó el ataque y aseguró que el número de muertos superaba los 70, aunque el recuento oficial más reciente lo estableció en 49.
La nota identifica al suicida como Abu Hashem al Radfan y explica que se inmoló junto a una concentración de soldados «apóstatas» leales a Hadi, que se enfrenta por el control del país a los rebeldes hutíes, de confesión chií.
El EI también reivindicó el ataque suicida perpetrado hace ocho días en el mismo acuartelamiento, en el que fallecieron otros 36 militares.
Después del ataque de hoy, el presidente Hadi se reunió con altos representes del ejecutivo y de la policía en Adén y les instó a que refuercen las medidas de seguridad de manera inmediata, según informó la agencia oficial yemení Saba.
El primer ministro de Yemen, Ahmed Obeid bin Daghr, dijo que «el ataque no va a evitar que el Gobierno continúe su guerra contra el terrorismo y contra los grupos que llevan la destrucción» al país, según la misma fuente.
Este es el tercer atentado de estas características contra el cuartel de Al Saulaban, después del ocurrido hace una semana, con 36 muertos, y otro sucedido en julio en el que murieron 14 personas.
El cuartel está situado en la zona de Al Arish, en las proximidades del aeropuerto de Adén, a unos 20 kilómetros al este de la ciudad, la principal del sur del país.
Estos atentados se suman a otro sucedido a finales de agosto pasado en otro centro de reclutamiento en Adén, donde al menos 50 personas perdieron la vida y otras 67 sufrieron heridas en un ataque de un suicida.
El analista Abdelrahmán al Absi explicó a Efe que la repetición del sistema que usan los terroristas suicidas es una muestra de la debilidad de los aparatos de seguridad en las zonas que controla el Gobierno yemení.
«No importa quién los ha cometido, lo que importa es que los aparatos de seguridad han sido incapaces de evitarlos y han fracasado en más de una ocasión. Más aún cuando han usado el mismo estilo y (los ataques) se han repetido. El Gobierno es incapaz de proteger las agrupaciones de soldados, lo que representa un gran fracaso de la seguridad», afirmó el analista.
La guerra civil entre los rebeldes hutíes y las fuerzas leales al presidente Hadi, que se desató a comienzos de 2015, ha favorecido el fortalecimiento de los grupos terroristas Al Qaeda y el Estado Islámico en el territorio yemení.
Fuente: Terra