Una amenaza creíble de bomba en una estación del metro de Los Ángeles generó hoy una gran movilización policiaca y causó que se declararan en alerta táctica, reportaron autoridades locales.
Hasta el alcalde de Los Ángeles, Erick Garcetti, abordo el metro este día para llamar a la tranquilidad a los usuarios luego de que se registrará una impresionante movilización de los cuerpos de seguridad.
En algunas estaciones del metro la policía dispuso revisiones aleatorias de maletas y bolsas de usuarios y se advirtió que a quienes no aceptaran la revisión no se les permitiría el acceso al servicio.
La movilización se generó luego de una amenaza de bomba que aparentemente fue lanzada desde otro país, tras recibirse una llamada telefónica en inglés y que advertía que esta se detonaría en la estación North Hollywood frente a los estudios Universal.
En esta estación de la línea roja esta mañana se dispersaron agentes de distintas corporaciones desde el Departamento de Policía y del Departamento del Sheriff, ambos de Los Ángeles, que emplearon perros adiestrados y agentes encubiertos.
La línea roja del Metro de Los Ángeles moviliza a unas 150 mil personas diariamente.
El alcalde Garcetti llamó a la población a mantener su actividad como es habitual y en calma y a no tener temor, pero si invito a que estén alertas y a reportar cualquier condición sospechosa.
Un hombre anónimo advirtió de un ataque potencial para este martes y proporcionó la información en una línea de punta en el extranjero, indicó Deidre Fike, subdirector a cargo de la oficina del FBI en Los Ángeles.
La línea telefónica fue accionada por un gobierno extranjero no identificado, que transmitió la información el lunes por la mañana a una fuerza de trabajo antiterrorismo del FBI.
Fike declinó especificar de qué país se originó la llamada, pero dijo que fue realizada en inglés por lo que como medida de seguridad fue considerada como “específica e inminente”.
El jefe de policía de Los Ángeles, Charlie Beck, dijo que la policía del área revisa las amenazas «constantemente», pero que este incidente en particular fue «muy específico» y forzó una respuesta rápida.
«No tenemos tiempo para examinar esta amenaza de la manera que nos gustaría», dijo Beck. «Esta vez tuvimos que actuar rápidamente», añadió.
El año pasado, una amenaza telefónica de violencia en las escuelas de Los Ángeles llevó al distrito a cancelar todas las clases por un día. Los funcionarios más tarde determinaron que la amenaza no fue creíble, y hubo un debate sobre si el distrito reaccionó de forma exagerada.
Fuente: Azteca Noticias