El sorteo de los octavos de final de la Liga de Campeones no fue benévolo para el Barcelona, que se volverá a enfrentar al París Saint Germain, en una ronda que también tendrá su principal foco en el Bayern Múnich-Arsenal, el otro gran duelo que deparó un sorteo favorable para el Borussia Dormund y el Atlético de Madrid.
Hace días, Luis Enrique Martínez, técnico del conjunto azulgrana ironizó sobre las posibilidades que tenía su equipo de jugar ante uno de los equipos importantes de la competición. Mirando por el retrovisor, recordó anteriores ediciones en las que el Barcelona tuvo que superar rondas ante clubes fuertes. Y, con ironía, predijo que, de nuevo, el sorteo no iba a ser afortunado para el Barcelona.
«Nosotros hemos hecho los deberes, y sí, hay sorpresas con equipos que han quedado segundos cuando se esperaba que quedaran primeros. Nosotros estamos acostumbrados a los sorteos explosivos. Esperamos una joyita», dijo.
Ahora Luis Enrique ya tiene su joyita. Es el París Saint Germain, un viejo conocido de años cercanos para el Barcelona y con un entrenador, Unai Emery, que conoce a la perfección la Liga española. El cuadro blaugrana tendrá que superar a un rival que, aunque no enamora en Francia, tiene una plantilla con jugadores temibles.
El Barcelona deberá tener cuidado con Marco Verrati, Ángel Di María, Edinson Cavani, Thiago Silva o Lucas Moura. De momento, nombre a nombre, el París Saint Germain puede crear problemas a cualquiera. Pero, de momento, el proyecto de Emery, que llegó este verano al club, no ha terminado de cuajar. Tal vez, con tiempo, y en febrero, cuando se inicie la eliminatoria, el cuadro parisino será aún más temible.
Los precedentes ayudarán al Barcelona. En cuartos de la temporada pasada y en los del curso 2012/13, eliminó al París Saint Germain; además, en 1997 ganó la Recopa tras vencer 1-0 en la final al equipo francés con un gol de penalti marcado por el brasileño Ronaldo Nazario; por contra, su única mancha llegó con la eliminación ante los parisinos en cuartos de la Copa de Europa que se disputó en el curso 1994/1995.
Otra eliminatoria atractiva será el Bayern Múnich-Arsenal. Ruud Gullit, el encargado de sacar las bolas de los bombos, emparejó al equipo de Carlo Ancelotti con el de Arsene Wenger.
Como siempre, el Arsenal luchará por dejar de ser una eterna opción para ganar el título. La eterna promesa liderada por el técnico francés tendrá un difícil obstáculo en el Bayern Múnich, uno de los más temibles de la competición.
Arjen Robben, Thiago Alcantara, Robert Lewandowski, Thomas Müller, Franck Ribéry o Arturo Vidal asustan. Son líderes de la Bundesliga y querrán comerse al cuadro londinense, que, sin haber alcanzado la mitad del curso, es segundo en Inglaterra y lucha mano a mano con el Chelsea por el liderato. Wenger espera dar un golpe de efecto y, ante el Bayern, querrá demostrar que su equipo no es una eterna ilusión.
Más suerte tuvo el Atlético de Madrid. A priori, ante el Bayer Leverkusen, es el favorito para alcanzar los cuartos de final. El equipo de Simeone, después de una fase de grupos casi impecable en la que sólo tropezó al final en el Allianz Arena ante el Bayern Múnich, debería pasar de ronda para estar con los ocho mejores.
El Leverkusen no atraviesa un buen momento en la Bundesliga. Es octavo, lejos de la cabeza y es un equipo muy irregular este año. Sus jugadores son clase media, sin grandes nombres pero casi todos con calidad contrastadas. Javier «Chicharito» Hernández, Stefan Kiessling, Hakan Caalhanoglu y Omer Toprak suben la calidad de los alemanes, que, aunque no son favoritos, siempre pueden dar la sorpresa.
También tuvo fortuna el Borussia Dortmund, que tendrá que superar al Benfica para llegar a los cuartos de final. Tal vez sea la eliminatoria más desigual de todas. El Dortmund superó al Real Madrid en la fase de grupos y con Pierre-Emerick Aubameyang al frente no debería tener problemas para eliminar a un club con más historia en Europa que presente. Lejos quedan los títulos de Eusebio.
El Real Madrid tuvo algo más de suerte, aunque su eliminatoria no será ningún camino de rosas. El Nápoles, su rival, es, junto al Juventus, uno de los mejores equipos de Italia. Aunque marcha cuarto en Liga, por detrás del club turinés y del Roma y el Milán, poco a poco se ha ido recuperando de un inicio errático de curso y en febrero puede ser muy peligroso.
Los hombres de Zinedine Zidane se encontrarán con viejos conocidos como José Callejón, Raúl Albiol o el portero Pepe Reina, pero también con nombres peligrosos como el eslovaco Marek Hamsik, Lorenzo Insigne, el belga Dries Mertens, Manolo Gabbiadini y el polaco Milik Arkadiusz, actualmente lesionado en una rodilla.
En la memoria queda un único precedente lejano en el tiempo. Hace casi 30 años, en 1987, el Real Madrid y el Nápoles de Diego Maradona vivieron eliminatoria igualada que se decantó del lado blanco tras ganar 2-0 en la ida y empatar 1-1 en la vuelta. El ambiente en San Paolo, donde se disputará la vuelta, fue muy intenso, como destacó Emilio Butragueño. Por eso, el Bernabéu, será casi decisivo.
Uno de los clubes que muchos querían, el Leicester, fue para el Sevilla. El vigente campeón de la Premier League no es el del año pasado aunque ha mantenido a casi todas sus figuras. De los importantes, sólo se marchó al Chelsea el francés N’Golo Kanté. El resto, con Jamie Vardy y Riyad Mahrez a la cabeza, siguen en la plantilla.
Sin embargo, este curso el Leicester no acaba de arrancar y mira con cercanía los puestos de descenso, solo a cuatro puntos de distancia, mientras que los europeos los tiene a 11. Aún así, es capaz de ganar 4-2 al City, como hizo el pasado fin de semana, y en cualquier momento puede volver el equipo campeón del año pasado. El Sevilla deberá tener cuidado.
En Italia y en Portugal se vivirán el reencuentro de dos viejos conocidos como Gianluigi Buffon e Iker Casillas. El portero del Juventus y del Oporto, respectivamente, amigos desde hace mucho tiempo, tendrán la oportunidad de revivir un duelo que fue mítico cuando se enfrentaron con sus respectivas selecciones y en la época en la que Casillas jugó en el Real Madrid.
El Manchester City de Pep Guardiola se jugará los cuartos con el Mónaco. Los ingleses tienen un equipazo, pero, de momento, el entrenador español no está consiguiendo moldear del todo un proyecto repleto de grandes jugadores. Por ahora, es capaz de lo mejor y de lo peor, de ganar buenos encuentros o de caer estrepitosamente, como hizo este fin de semana contra el Leicester.
Enfrente tendrá a un club eufórico en la liga francesa y que ha recuperado la ilusión por ganar la Liga después de acabar la temporada pasada en la tercera posición a 31 puntos del campeón, el París Saint Germain. Ahora, lucha de tú a tú con el Niza, líder de Francia.
Fuente: Crónica