En su última rueda de prensa del año, el presidente Barack Obama hizo eco de la queja sobre el desempeño de los medios en la pasada campaña, que resonó constantemente en los cuarteles de los dos principales candidatos y en la opinión pública.
La queja del mandatario se sumó a las constantes críticas del ahora presidente electo Donald Trump, quien acusó a los medios de comunicación de deshonestos por la cobertura de su campaña, por lo que varios de ellos fueron impedidos de asistir a sus actos.
Tanto Trump como sus colaboradores denunciaron que su campaña fue objeto de una cobertura negativa, tendenciosa y sensacionalista, en particular la que se derivó de la revelación de un audio durante la grabación de un programa de televisión, una década atrás, en la que el republicano hace comentarios de tipo sexual.
La campaña de Hillary Clinton, por su parte, consideró que la cobertura sobre el escándalo de los correos electrónicos durante su gestión como secretaria de Estado contribuyó a su sorpresiva derrota en las elecciones del 8 de noviembre pasado.
Un reporte del Centro Shorestein sobre Periodismo de la Escuela Kennedy de la Universidad de Harvard parece sustentar parte de esta queja.
La conclusión del reporte, basado en el análisis de la cobertura de algunos de los principales medios a partir de la segunda semana de agosto pasado, fue que tanto Trump como Clinton recibieron una cobertura negativa en su tono y superficial en materia de política.
Fuente: Enfoque Noticias