Corea del Norte habría desarrollado en sólo tres años una tecnología para construir un misil balístico intercontinental capaz de alcanzar el territorio de Estados Unidos, advirtió el gobierno de Seúl.
El Instituto para la Estrategia de Seguridad Nacional, en el marco del Servicio de Inteligencia Nacional, alertó en su informe anual de 2016 que el régimen de Pyongyang aumentó drásticamente el número de sus ojivas nucleares.
«La seriedad del programa nuclear de Corea del Norte se encuentra en el rápido crecimiento en el número de cabezas nucleares, así como su miniaturización y la diversificación», sostiene el reporte, dado a conocer este domingo por la agencia surcoreana de noticias Yonhap.
El informe destaca el éxito que ha tenido Corea del Norte en el desarrollo de cabezas nucleares a la par de armas de fisión impulsado por sus pruebas nucleares recientes, acciones que fueron condenadas por la comunidad internacional.
En particular, la explosión en su quinto ensayo nuclear el 9 de septiembre se midió este año en 10 a 20 kilotones, en comparación con 7.9 kilotones en su tercera prueba y seis kilotones en su cuarta prueba, según el informe.
El instituto señaló también los fracasos de Pyongyang para asegurar una tecnología básica para que sus misiles balísticos reingresen en la atmósfera de la Tierra, a pesar de una baja tasa de éxito.
«De las ocho pruebas de misiles Musudan de Corea del Norte este año, todas, excluyendo el sexto, terminó en un fracaso».
En la sexta prueba, un misil Musudan subió a más de mil kilómetros antes de volver a entrar en la atmósfera de la Tierra y volar otros 400 kilómetros adicionales, señaló.
Respecto a la tecnología de lanzamiento submarino de misiles balísticos (SLBM) de Corea del Norte, el instituto manifestó que va a tomar varios años para que puedan ser desplegados, pero el despliegue actual es una cuestión de tiempo, no es una cuestión de tecnología.
Teniendo en cuenta las capacidades de los submarinos norcoreanos, estarán amenazadas las bases militares de Estados Unidos no solo en Corea del Sur sino también en Japón, explicó el informe.
Fuente: Crónica