Para el próximo año se espera que las presiones sobre los precios de la economía se acentúen y que junto con nuevos elementos, la inflación supere el 4.0 por ciento, es decir la meta establecida por el Banco de México (Banxico).
Las expectativas de crecimiento para el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) en la más reciente Encuesta Citibanamex revelan que el consenso de analistas prevé que la inflación de 2017 se ubique por arriba de cuatro por ciento, fuera del rango fijado por Banxico de tres por ciento más-menos un punto porcentual. Pero hay quienes pronostican que la inflación se aproxime a cinco por ciento.
Los factores que los especialistas consideran como riesgos a la inflación son la liberación de los precios de la gasolina a partir de marzo, el comportamiento del tipo de cambio y el incremento aprobado al salario mínimo para el próximo año.
La tendencia alcista de la inflación ha comenzado a observarse. La lectura más reciente del INPC reveló un aumento en la tasa anual de la primera quincena de diciembre de 3.48 por ciento, el mayor nivel alcanzado por la inflación general en dos años.
Entre los componentes del indicador las alzas de precio ocurrieron en las mercancías alimenticias y no alimenticias, con la mayor incidencia anual, de acuerdo con el INEGI.
Respecto a la primera mitad de diciembre de 2015 los precios de los alimentos, bebidas y tabaco aumentaron 4.32 por ciento, mientras que la inflación para mercancías distintas de alimentos —más sensibles a las variaciones del tipo de cambio peso-dólar— alcanzó una tasa anual de 3.67 por ciento.
“La cifra de la primera quincena refleja que se mantiene esta espiral alcista en los precios del consumidor, sobre todo en lo últimos dos meses hemos visto aumentos constantes; esta tasa es la mayor en dos años, por lo que es probable que cerremos el año alrededor de una inflación anual de 3.40 o 3.45 por ciento, lo cual va a estar dentro de la meta de Banxico”, dijo James Salazar, subdirector de análisis económico de CI Banco.
Sin embargo, el analista adelantó que el próximo año las presiones en precios continúen y que en el segundo trimestre del año se alcancen tasas anuales por arriba de la meta de Banxico de 4.0 por ciento.
“Los factores que ya tenemos definidos que podrían generar presión en los precios son el proceso de liberalización del precio de las gasolinas, que es un proceso gradual, pero va a generar incertidumbre y alzas, al menos en la parte de la frontera norte superiores a 10 por ciento”, detalló Salazar.
“Tal vez el aspecto más importante y a la vez el que guarda más incertidumbre, es qué tanto la depreciación reciente del tipo de cambio tenga un impacto sobre la inflación a comienzos del próximo año”, indicó Sergio Luna, director de estudios económicos de Citibanamex.
Dijo que la historia del último año y medio es de una depreciación fuerte del peso que no se ha reflejado en una inflación más alta, “el traspaso ha sido pequeño, pero también hay que estar conscientes que estos fenómenos son muy difíciles de estimar con precisión”.
El tercer factor que generaría presión en los precios es el alza al salario mínimo, de 73.04 a 80.04 pesos, de desencadenar efectos de segundo orden, que eventualmente se trasladen a bienes finales.
Fuente: El Financiero