A Hillary Clinton la cubre una atmósfera casi celestial en su último y definitivo anuncio de campaña rumbo a la Casa Blanca. Aparece con un resplandor blanquecino en su cara y una vestimenta de un color crema espiritual. Habla despacio, calma y segura como si fuera una predicadora. Su comercial está simplemente titulado ‘Mañana’ y saldrá este lunes en la noche durante el prime time.
La exsecretaría de Estado afirma que no sólo se trata de su nombre y el de su oponente en la boleta electoral, que la decisión de mañana va mucho más allá de eso: la votación del ocho de noviembre —indica Hillary— decidirá qué tipo de país desean los estadounidenses para sus hijos y sus nieto. “¿Estados Unidos es un país oscuro y divisorio o uno con esperanza e inclusivo?”.
En el anuncio asegura que quiere ser presidenta para todos los ciudadanos estadounidenses y no sólo para los que la apoyen en la elección, porque todos tienen un rol que jugar en hacer a su nación una más justa y fuerte. En el último jalón de la campaña de Hillary se hace énfasis en tres tópicos en específico: trabajo duro, inclusión y optimismo.
Para rematar con un discurso patriótico en el que asegura amar a su país, creer en su gente y en el que se dice convencida que los mejores días para Estados Unidos están aun por venir. El discurso potencia la visión optimista y positiva que la candidata ha manejado en las semanas más recientes de su campaña, aun cuando fue el periodo en el que atravesó por más cuestionamientos.
Esta debe ser nuestra misión juntos: darle a nuestros niños y a cada estadounidense la oportunidad de alcanzar su potencial. Por eso esta noche les pido su voto. Y mañana, hagamos historia juntos.
Fuente: Sopitas
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