Miles de profesores, enfermeros, bomberos, policías y otras categorías de funcionarios brasileños participaron en una protesta, empañada por violentos enfrentamientos, contra los planes de ajuste del estado de Río de Janeiro.
Con arengas desde camiones de sonido y silbatos, los manifestantes esperaban hacerse oír desde el interior de la Asamblea Legislativa del Estado de Río (Alerj), donde se discutían las medidas de austeridad impulsadas por el gobernador Luiz Fernando Pezao, del partido de centroderecha PMDB, el mismo del presidente Michel Temer.
Poco después del mediodía, unas decenas de personas que se desprendieron de la multitud consiguieron derribar dos altas vallas que rodeaban el edificio legislativo.
Las fuerzas de seguridad utilizaron un cañón de agua, granadas aturdidoras y gases lacrimógenos para tratar de dispersar a la multitud, indicó un periodista de la AFP.
Tras esa reyerta, los manifestantes volvieron a cerrar filas y a congregarse ante el edificio de la Alerj.
Fuente: Milenio