Por Bolivar Roblero
“La suerte favorece a los audaces”, reza el verso más conocido de la Eneida, escrita por Virgilio en el año 29 antes de Cristo, esta obra junto con las dos de Homero (La Ilíada y la Odisea) forman la trilogía de la historia Greco-Romana Clásica.
Virgilio se tomó los últimos 10 años de su vida en escribirla, por órdenes del emperador Romano César Augusto, en ella narra cómo tras las caída de Troya a manos de los Aqueos, los sobrevivientes a la matanza escapan de la metrópoli en llamas, entre ellos va Eneas que según la leyenda recibió de manos de Paris la espada de Troya, símbolo de la gloria del reino, con la encomienda de que esta seguiría existiendo mientras un Troyano la empuñara; durante 7 años Eneas y el resto de los Troyanos peregrinaron hasta llegar a las 7 colinas latinas donde darían pie a la fundación del Imperio Romano.
Curiosamente Virgilio, en su lecho de muerte, ordenó a sus discípulos tomar los manuscritos de la Eneida y destruirlos (orden que afortunadamente fue desobedecida) no se sabe si por que no estaba conforme con la calidad del trabajo, o inconforme por haberlo realizado por encargo del poder.
A fin de cuentas, su verso más conocido: “Audentes Fortuna Iuvat” se ha convertido en arenga heroica. Hoy, es lema del cuerpo de élite de los marines de Estados Unidos. Del real regimiento de Dragones de Dinamarca. Así como del más poderoso escuadrón de la Fuerza Aérea de Sudcorea.
Pero más allá de ello representa una muestra de arrojo y de valor, en donde se pone en riesgo todo, con tal de obtener la victoria, así lo demuestra el ejemplo al que hoy nos referiremos y es el partido del domingo por la noche en Arlington entre los Vaqueros de Dallas y las Águilas de Philadelphia.
El encuentro despertó un morbo especial, en vista de que el ganador se haría con el liderazgo de la División Este de la Conferencia Nacional, se trataba de dos equipos que han demostrado gran calidad en esta temporada y con el ingrediente adicional de que ambos tienen bajo el centro a jóvenes mariscales de campo que han resultado ser una gratísima sorpresa: Carson Wentz por parte de las Águilas y Dak Prescott por parte de los de Dallas,
Si bien es cierto que el joven QB de Vaqueros no había cometido graves errores en sus anteriores salidas, en esta ocasión sí lo hizo y sin embargo tuvo la entereza y el control mental para superar el bache y en compañía de una defensa que se sublimó y un ataque consistente logró empatar un partido que parecía perdido al comenzar el cuarto periodo.
Para ello vimos surgir primero la figura del liniero externo Sean Lee quien levantó la mano por parte de la defensiva Texana cuando más se necesitaba. Luego vimos un segundo aliento de audacia cuando el joven Prescott, insistía en buscar en lo profundo del campo a su receptor abierto Dez Bryant, pese a que a lo largo del partido en más de una docena de ocasiones la conexión había fallado estrepitosamente, y no fue sino hasta faltando dos minutos de partido, cuando finalmente logro conectarse con él, en una recepción dentro de la zona roja que ponía los cartones 23 a 22 todavía a favor de las Águilas, pero con el punto extra, el marcador se empataría, un rasgo de audacia suprema habría sido ir por la conversión de dos puntos, pero el Coach de los Dallas Jason Garrett prefirió asegurar el empate e irse a la prórroga, en donde sí demostró el rostro de audacia que de él esperábamos: en la primera ofensiva del quinto cuarto, estando en la yarda 30 de Philadelphia, la defensiva de los emplumados logró detener a los Vaqueros en tres oportunidades, venia una importante cuarta: había que definir si se optaba por los tres puntos del gol de campo y después se dejaba en el emparrillado a la defensiva para tratar de detener la ofensiva rival, o bien jugársela para conseguir la yarda que necesitaban para mantener la serie, Garrett actuó con audacia y se la jugó, se consiguió esa yarda y la Diosa fortuna premió el arrojo de Garrett y sus muchachos porque dos jugadas después anotarían el touchdown, que dejaría tendidos a unas valerosas Águilas que cayeron luchando hasta el final.
Emocionante como pocos, el juego de éste domingo por la noche en la casa de los Vaqueros, que hoy disfrutan de un liderazgo, que fue ganado a sangre y fuego, y con grandes rasgos de audacia… no cabe duda que también en la NFL, como decía Virgilio: “Audentes Fortuna Iuvat”