El mandatario tenía previsto ofrecer más tarde un discurso al pueblo griego para terminar el primer tramo de su último viaje al extranjero como presidente.
Obama, acompañado por un guía del Ministerio griego de Cultura, entró en el complejo entre las columnas de los Propileos y caminó junto al Partenón, un templo dedicado a la diosa Atenea, considerada patrona de la ciudad de Atenas.
El templo construido en el siglo V está rodeado hoy por andamios debido a labores de restauración. Desde la colina, Obama podía ver la ciudad casi en todas direcciones.
El lugar quedó cerrado al público durante el día para la visita de Obama, celebrada bajo draconianas medidas de seguridad que también han prohibido las manifestaciones en zonas de Atenas y cerrado carreteras y paradas de metro.
El gobierno griego ha celebrado como un evento de gran importancia la visita de Obama, el primer viaje oficial de un presidente estadunidense en el cargo desde que Bill Clinton acudió en 1999.
Atenas confiaba en que el mandatario pudiera persuadir a algunos de los acreedores internacionales más reacios del endeudado país a conceder una reestructuración, así como a presionar a otros países europeos para que asuman más de la carga de la crisis de refugiados que aqueja al continente.
Obama se mostró receptivo a las penurias griegas y reiteró su creencia de que el alivio de deuda es necesario.
También insistió en que Grecia debe seguir aplicando las dolorosas reformas a las que se comprometió a cambio de sucesivos rescates internacionales.
Fuente: Excélsior