Rodrigo Navarro
Cuando en 1936 el presidente Lázaro Cárdenas expropia la riqueza petrolera en manos de extranjeros, el modelo de desarrollo de nuestro país estaba basado en la riqueza forestal y no en el petrolero.
Apenas el 5 de diciembre de 1917 Venustiano Carranza promulgó el decreto que creaba el primer Parque Nacional, el Desierto de los Leones. En 1926 un grupo de ambientalistas liderado por Miguel Ángel de Quevedo logra la promulgación de la primera ley Forestal Nacional.
Y en base a esta ley se decretan 35 zonas forestales de conservación. Como consecuencia de ello, esta ley que en espíritu subraya la importancia de conservar y explotar racionalmente nuestra riqueza forestal el 75% de nuestro territorio en ese entonces era bosque, se decreta el 25 de enero del 1936 en Parque Nacional del Nevado de Toluca.
Hay una relación directa entre la disponibilidad de agua en los acuíferos, del agua de lluvia y los bosques. Los bosques captan y filtran la lluvia que después llega entubada a nuestras casas. También generan oxígeno, capturan CO2 y mitigan los efectos del Cambio Climático, son barreras contra meteoros y regulan el clima; producen y retienen el suelo. Son refugio y hogar de la fauna silvestre como las mariposas monarca y esto tiene un valor escénico invaluable al que insistimos en ponerle signo de pesos en nuestra insensatez.
Miguel Ángel de Quevedo conocido como el Apóstol del Árbol nació en Guadalajara en 1862. Estudia el bachillerato en Burdeos y la carrera de ingeniero hidráulico en Paris. Al morir su madre quedó a cargo de un tío que era canónigo en Francia. Daba largas caminatas por los Pirineos y ahí se enamoró de los bosques.
En el politécnico francés aprendió la importancia de cuidar los bosques y su relación con el agua. En su trabajo como consultor en una compañía de ferrocarriles (1889-1890) entendió la importancia de reparar el daño que la infraestructura humana causaba por medio de la reforestación de las cañadas y bosques que quedaban pelones tras la construcción de las vías de ferrocarril.
Así que en su propio rancho Panzacola comenzó un ambicioso proyecto, Los Viveros de Coyoacán donde producían miles de árboles cada año. El secretario José Yves de Limantour y posteriormente el presidente Porfirio Díaz visitaron el vivero, quedaron maravillados y entusiasmados. El presidente acordó apoyar el proyecto y creó la red de viveros que produjeron en 1914, dos millones 400 mil árboles y dónde Los Viveros de Coyoacán fueron la pieza central.
Quevedo donó una hectárea de Panzacola para este fin, el mismo lugar donde actualmente, 103 años después, se encuentran Los Viveros de Coyoacán y a pesar de la propia SEMARNAT siguen cumpliendo una función primordial en la reforestación de la atribulada ciudad de México. A iniciativa suya los parques en la ciudad aumentaron del 2 al 16%. Fue el creador de la Sociedad Forestal Mexicana y del Comité Mexicano para la Protección de las Aves Silvestres. El usurpador Huerta lo exilió a Europa en plena Gran Guerra. Durante el gobierno de Cárdenas fue director del Departamento Autónomo Forestal, de Caza y Pesca, estuvo directamente involucrado en el decreto del Nevado como PN.
Luz Emilia Aguilar Zinser es la bisnieta de Miguel Ángel de Quevedo, guardiana de su legado a la muerte de su hermano Adolfo. Estudio Teatro en la UNAM y ha sido crítica teatral. Tuvo por 10 años una columna en Excélsior, Horizontes Imaginarios hasta que fue cancelada después que días antes la Suprema Corte de Justicia de la Nación decidió discutir un recurso de amparo contra el decreto presidencial de recategorización del Nevado de Toluca. Al mismo tiempo Excélsior también canceló la columna del periodista y escritor Alejandro Martín Moreno, uno de los críticos más agudos, junto a Pedro Feriz de Con, del gobierno de Peña Nieto.
Esta pequeñita pero valiente defensora del legado de su bisabuelo y también del medio ambiente, ha sido amenazada y afectada en su quehacer laboral por defender el derecho de todo mexicano a un ambiente sano plasmado en nuestra constitución.
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“En el contexto de cierre de espacios críticos y de impunidad en que vivimos ¿Cómo interpretar esta forzada despedida?“, escribió en su columna de despedida. En Changue se hizo una petición de restitución de su columna que pronto alcanzó más de mil firmas.
MAQ creía en el aprovechamiento forestal, escribió “Las Reservas Forestales no son bosques inexplotables” en la revista México Forestal, Tomo VIII de mayo de 1930. Simplemente durante 77años el Nevado de Toluca sufrió de abandono por parte de toda clase de autoridades incluyendo la ambiental que ahora dice defender el bosque antes de intentar su restauración alegando la presión demográfica y el bien de sus moradores.
“El peligro de los cambios a la ligera del modelo de protección vigente radica en que lejos de detener el deterioro, acabe legitimando y aun estimulando las prácticas negativas que lo provocan”, escribió Luz Emilia en la Revista Nexos. “El olvido es la mejor estrategia para impunidad y la confusión”, remató.
Una investigación de Porter Bolland financiada por el Banco Mundial y publicada en la Revista Forest Ecology and Management concluye que las empresas de los ejidos y comunidades en México presentaron tasas anuales de deforestación menores y menos variables que los bosques en áreas naturales protegidas, ANP´s.
Así que el argumento de SEMARNAT de que los ejidatarios son el enemigo que tala el bosque es muy poco creíble para quien conoce del tema. La misma SEMARNAT para justificar su argumento del aprovechamiento forestal sustentable exhibió como animal de circo a la unión de ejidos de Amanalco y su excelente labor.
“Conocer y valorar los esfuerzos realizados nos parece fundamental para poner en contexto la problemática ambiental de urgente atención y para comprender en su amplitud la relevancia que tienen las políticas públicas de conservación forestal en la actualidad, sobre todo si consideramos que enfrentaremos retos mayores a consecuencia del cambio climático global, el que se prevé que provocará una mayor frecuencia e intensidad en los fenómenos metereológicos.
“La importancia de la recuperación y la conservación de nuestros bosques es tan grande, que debiera ser un asunto de la más alta jerarquía para la seguridad nacional y su incumplimiento, como lo dijo Quevedo, debería reconocerse como un atentado de lesa humanidad”, sostiene Luz Emilia.
Finamente el amparo que promovió Luz Emilia al llegar a la SCJN fue turnado al ministro Juan Meza para elaborar un dictamen y la corte lo rechazó en votación dividida. Se pidió una nueva elaboración de dictamen a otro juez que fue desechado por 4 votos a 1. La argumentación es que es improcedente porque la sala estimó que la quejosa, Luz Emilia Aguilar no tiene interés jurídico ni legítimo para impugnar el decreto y por lo cual no estudiará los argumentos de fondo planteados por la quejosa.
Es decir que, por no ser originaria ni habitante del Nevado de Toluca, Luz Emilia no tiene el derecho a ampararse contra el decreto como establece la constitución. No porque los argumentos jurídicos esgrimidos que son impecables no sean válidos, sino porque al no ser habitante de la zona no tiene interés jurídico ni legítimo. Si no eres vecino del Nevado la constitución no vale contra el poder presidencial.
Luz Emilia es una guerrera con valores éticos y morales inquebrantables. Merece toda nuestra admiración y como Andrea, esta niña que corrigió al secretario de Educación que no sabe ler ni hablur, debe sentirse orgullosa de ser quién es, una digna heredera del legado de su bisabuelo. Ambas nos dieron una gran lección. La próxima semana nuestras conclusiones y aprendizajes sobre este caso.