Los electores en California y Massachusetts aprobaron el martes medidas que aprobaban el consumo recreativo de mariguana, en una gran victoria para el movimiento a favor de legalizar la sustancia. El movimiento ganaba así en el estado más poblado del país y ponía pie en el populoso nordeste de Estados Unidos.
Los votantes en otros siete estados también se pronunciaban sobre propuestas para ampliar el acceso legal a la droga, que sigue prohibida por el gobierno federal.
Un sondeo preliminar de salida realizado por Edison Research para Associated Press y cadenas de televisión mostraba que la medida se había aprobado con comodidad en California.
El voto en California implica la despenalización del consumo de cannabis en toda la Costa Oeste, lo que otorga al movimiento prolegalización un poderoso impulso. Massachusetts es el primer estado al este del Mississippi que permite el uso recreativo.
Las victorias podrían alentar esfuerzos similares en otras entidades y apremiar a las autoridades federales a que flexibilicen las normativas que han estado vigentes mucho tiempo y que clasifican a la mariguana como una droga peligrosamente adictiva sin ningún beneficio médico.
«Estoy emocionado», dijo Nikki Lastreto, productora de mariguana en el norte de California. «Estoy muy emocionada de que California pueda ahora seguir adelante».
California fue el primer estado en aprobar el uso de la mariguana con fines medicinales hace dos décadas. También era uno de cinco estados que decidirían autorizar a los adultos el consumo de mariguana con fines lúdicos. Los otros eran Arizona, Maine, Massachusetts y Nevada.
Florida, North Dakota y Arkansas aprobaron medidas sobre mariguana medicinal. Montana votaba sobre si suavizar las restricciones de una ley ya en vigor que regula su uso médico.
El consumo de marghuana estaría restringido a personas de al menos 21 años de edad y quedaría prohibido fumarla en la mayoría de los espacios públicos. De acuerdo con las iniciativas, la yerba quedaría sujeta a estrictas normativas, se impondrían altos impuestos a su venta y algunos estados permitirían cultivarla a los usuarios.
Fuente: La Jornada