A pocos días de la elección presidencial estadounidense, los jugadores apuestan cada vez más por el candidato republicano, Donald Trump, cuyas probabilidades aumentan, en gran parte por las nuevas pesquisas que afronta su rival Hillary Clinton.

Desde el anuncio de la reapertura de la investigación del FBI (sobre los emails de Clinton), tenemos cinco apuestas por Trump por cada una de Hillary”, constata Pat Morrow, responsable de las probabilidades en el sitio de apuestas offshore Bovada.

Las apuestas sobre una elección local o nacional están prohibidas en Estados Unidos, pero los jugadores tienen opciones suficientes fuera de su país. Además de en Bovada, pueden apostar en otros sitios offshore como Betfair o Betonline.

La decisión de la Oficina Federal de Investigación (FBI) la semana pasada de estudiar una serie de correos electrónicos vinculados a Clinton, mientras fue secretaria de Estado, hizo que la ventaja obtenida por la demócrata se convirtiera en una lucha codo a codo entre los dos contendientes.

Entre los apostadores, el impacto fue espectacular.

El mercado a término organizado por la universidad de Iowa en torno al escrutinio –autorizado con fines académicos– vio la probabilidad de una victoria del candidato republicano al pasar de 9% hace 10 días a 40% el lunes.

Unos dos mil 300 jugadores, que sólo pueden apostar 500 dólares como máximo, invirtieron un total de 314 mil dólares en total, según Joyce Berg, directora del programa.

Los no residentes estadunidenses pueden apostar a través de los sitios británicos, donde Trump también está a la delantera.

ÚLTIMAS BATALLAS

Con la contienda por la Casa Blanca en la recta final, los rivales compitieron por la ventaja en un campo de batalla repentinamente complicado.

Pero pese al aumento de actividad en lugares improbables como Arizona y Michigan, el sendero de Trump hacia la Presidencia dependía de un estado disputado crucial por encima del resto: Florida.

El candidato republicano señaló  a “la corrupta Hillary” en Miami en la primera de tres presentaciones programadas en Florida donde pronosticó que la elección de Clinton desataría “una crisis constitucional prolongada y sin precedentes”.

El candidato presidencial aseguró que, según las encuestas, “vamos ganando por mucho en Florida”, entonces le pidió a sus simpatizantes no ser demasiado confiados.

Clinton, por su parte, viajó a Nevada y Arizona, estados tradicionalmente republicanos, para intentar convencer a los votantes hispanos, que serán cruciales en los comicios.

En tanto, el Partido Republicano de Florida denunció que funcionarios electorales del condado de Broward, al norte de Miami, están abriendo ilegalmente “miles de papeletas” y amenazó con demandarlos por fraude.

“HAGAN POR CLINTON LO QUE HICIERON POR MÍ”: OBAMA

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, intensificó sus esfuerzos para que la candidata Hillary Clinton lo suceda en la Casa Blanca, con un mensaje para movilizar a los votantes que podría resumirse en una frase: háganlo por mí.

Con una fuerte popularidad al final de su mandato para un líder saliente, 54% según las últimas encuesta semanal de Gallup, el Presidente demócrata recorre Estados Unidos para apoyar a Clinton en la recta final de su campaña.

Cada vez, Obama dirigirá una avalancha de cumplidos a Hillary (“Jamás hubo un hombre o una mujer que estuviera tan calificado para el puesto, ¡jamás!”) y lanzará un montón de afiladas críticas contra el candidato republicano Donald Trump (“Él no es apto para ocupar la Presidencia”).

Obama recurre regularmente a toques de humor para apoyar a Clinton, dando una nota más personal y ligando el futuro al de la candidata a su propio legado.

En defensa de Clinton, Obama opinó que es importante que las investigaciones del gobierno no se guíen por “insinuaciones” de tono político, en relación con el anuncio de la Oficina Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés) de que está revisando más correos posiblemente relacionados con la candidata demócrata.

El Presidente afirmó que el uso de un sistema privado de correo electrónico por parte de la exprimera dama fue “un error inocente”.

Obama destacó que las investigaciones previas realizadas por el FBI, el Departamento de Justicia y el Congreso concluyeron que “ella cometió algunos errores, pero que no había ningún elemento para procesarla”.

Fuente: Excélsior