Cuando los cuatro sujetos se disponían a bajar del autobús, luego de haber despojado de sus pertenencias a los pasajeros provenientes de Mateo Atenco y con destino a la Ciudad de México, un solitario sujeto se levantó de la parte trasera del vehículo y comenzó a dispararles con su arma 9 milímetros.
Los presuntos asaltantes habían ordenado al chofer detenerse y tras el tiroteo se abrieron las puertas de la unidad cayendo lesionados.
El pasajero, con el arma en mano se fue a la parte frontal, descendió y remató a los cuatro que se encontraban en el piso, quedando en el lugar cinco casquillos percutidos
Los maleantes tenían entre sus ropas una pistola hechiza y navajas, motivo por el que no hicieron frente a su agresor; por el contrario, trataron de bajar lo más rápido posible.
Tras rematarlos, recogió algunos morrales en los que se encontraban dinero, carteras, teléfonos celulares y demás objetos del botín. De nueva cuenta subió a la unidad y puso los morrales en el suelo para decir: “Ahí están sus cosas, recoja cada quien sus pertenencias. Nada más me hacen el paro”.
Le pidió al chofer que se arrancara y unos kilómetros adelante el pasajero descendió, se puso una capucha y se perdió entre las veredas, mientras que los cuerpos de los presuntos asaltantes quedaron tirados sobre el kilómetro 38 de la carretera México-Toluca.
Así fue como, de acuerdo con algunos testigos y el operador del autobús, sucedió el cuádruple homicidio que se registró la mañana de ayer alrededor de las 06:00 horas.
Hasta el momento se desconoce la identidad de las víctimas, así como de la persona que los mató.
Éste sería al menos el séptimo caso este año, documentado por este medio de comunicación, en que pasajeros asaltados en el estado de México hacen justicia por propia mano.
Fuente: El Universal