Músicos en vivo y un sincronizado cuerpo de bailarines acompañaron al boricua esta noche, quien interactuó con un público emocionado. Descalzo y con una camisa blanca el cantante interpretó: «La asignatura pendiente», previo a la proyección de un video en donde se recalca el trabajo de su Fundación a favor de los derechos humanos, para luego dar paso a «un disparo al corazón».
“Estoy feliz de estar en esta maravillosa tierra, quiero que se vayan sudados de tanto bailar y sin voz de tanto cantar” dijo Ricky Martin antes de interpretar «Tal vez», de la que señaló es una de sus canciones favoritas.
Asimismo, y sin indiferencia hacia la situación estadounidense, y mundial, señaló: “hay que mandarle mucho amor a Estados Unidos por ese imbécil que acaban de elegir como presidente”
«Los quiero mucho, hasta la próxima», fueron las palabras de despedida que el cantante emitió al público meridano, mientras cientos de papeles blancos volaban sobre el escenario, al mismo tiempo que los asistentes cantaban “Vente pa’ ca”.
“La mordidita” fue la última canción del concierto del boricua.
Fuente: La Jornada