La elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos brindó un enorme impulso en las redes sociales a una campaña en el estado de mayor población del país, California: un plan para someter a votación una potencial secesión.
La Campaña a Favor de la Independencia de California espera incluir una pregunta en la boleta de las elecciones de noviembre de 2018 que autorizaría un voto de independencia a nivel estatal para la primavera de 2019.
La campaña había recibido poca atención hasta la elección del martes, que también permitió a los republicanos mantener control del Congreso y aumentó la posibilidad de un cambio conservador en la Corte Suprema de Estados Unidos.
El presidente de la campaña, Louis J. Marinelli, dijo que los resultados de la elección ofrecen más pruebas de que California es más progresista que el resto de la nación. Los votantes respaldaron en la boleta medidas que incluyeron el uso de mariguana para uso recreacional y un incremento en los impuestos para los ricos. Muchos residentes de California se sintieron ofendidos por las declaraciones de Trump sobre inmigración y otros temas.
Conforme los resultados de las elecciones iban dándose a conocer, los contactos en la página del grupo en Facebook aumentaron de 11.000 a cerca de 15 mil y su cuenta de correo electrónico recibió aproximadamente 3 mil mensajes. Marinelli señaló que él no podía darse abasto con los mensajes por Twitter.
Al día siguiente, el grupo montó una tienda de campaña afuera del Capitolio estatal en Sacramento. Cerca de una decena de seguidores vestidos con camisetas con la frase YesCalifornia.org conversaban con los transeúntes.
«Francamente sería mejor si fuésemos nuestra propia nación», afirmó el vicepresidente del grupo, Marcus Ruiz Evans, que consideró que el triunfo de Trump es una evidencia más de que Estados Unidos es un barco que naufraga. «Nuestro barco puede navegar por su propia cuenta».
Al norte del estado, en Portland, Oregon, dos residentes presentaron peticiones por separado para una iniciativa a votación de 2018 para la secesión de Oregon.
Fuente: El Financiero