Gabriel Casillas
Si usted, amable lector, piensa que por lo que ocurrió recientemente en los referéndums en el Reino Unido –para desincorporarse de la Unión Europea-, y en Colombia –para el proceso de paz-, en donde el resultado fue diametralmente diferente al que apuntaban las encuestas de intención de voto, estoy insinuando que hoy Trump capturará un mayor número de votos que Hillary, tiene razón. Desde hace meses he anticipado que es muy probable que el candidato Republicano, Donald Trump, obtenga un mayor número de votos que su rival Demócrata, Hillary Clinton. Sin embargo, como probablemente usted tenga en consideración, a diferencia de los referéndums a los que hago referencia en donde el ganador se define directamente como el que obtenga el mayor número de votos “populares”, en Estados Unidos es el voto “electoral” el que definirá quién será el próximo Presidente de los Estados Unidos de América. En este sentido, cada estado tiene un cierto número de votos de un Colegio Electoral o “votos electorales”, en donde el candidato que gana la mayoría simple, se lleva la totalidad de dichos votos electorales. Así, continúo pronosticando que será Hillary quien gane la elección presidencial.
Hoy los votantes registrados que acudan a las urnas y completen el proceso electoral, elegirán a su Presidente, que estará en el cargo al menos del 20 de enero de 2017 al 17 de enero de 2020. Asimismo, también se renovarán la totalidad de las 435 curules de la Cámara Baja y 34 de las 100 curules en el Senado (i.e. 100% del congreso y un tercio del Senado). En cuanto a la elección presidencial, actualmente el promedio de las encuestas que lleva a cabo Real Clear Politics apunta a un empate técnico, estadísticamente hablando, en donde Hillary podría obtener el 46.9 por ciento y Trump, el 44.3 por ciento del voto popular, dejando una diferencia de 2.6 puntos porcentuales. No obstante lo anterior, al hacer un “mapeo” entre las encuestas de voto popular a nivel estatal y el conteo de votos electorales, Hillary se podría llevar 203 votos electorales y Trump, 164, en donde se necesitan al menos 270 votos electorales para ser Presidente.
Hillary va a ganar… Como he expresado con anterioridad, considero que es más factible que Hillary Clinton gane la elección presidencial en Estados Unidos debido a tres factores: (1) Voto electoral, como acabo de comentar; (2) opinión negativa, como he expresado con anterioridad (“¿Por qué no va a ganar Trump?”, 17 de mayo); y (3) dinero para su campaña. En la mayoría de las elecciones presidenciales en Estados Unidos desde los setenta, ha ganado el candidato que ha podido reunir más dinero para financiar su campaña. En esta ocasión, los reportes más actualizados registran que Hillary ha podido reunir más de tres veces lo que ha podido juntar Trump para gastos de campaña.
…pero no será tan positivo para México. En mi opinión, Hillary Clinton no va a ser positiva para las relaciones económicas con México. Reconozco que las acciones que ha planteado Trump pueden tener consecuencias tan catastróficas para nuestro país, que Hillary se ve como ‘lo máximo’ para México, pero no creo que así sea. En mi opinión, es muy probable que Hillary no lleve a cabo ningún tipo de reforma migratoria, que mejore las condiciones de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos, entre otros asuntos relevantes al respecto. Asimismo, no creo que permita la aprobación del Tratado Trans-Pacífico (TPP), si es que la administración de Obama lo deja sin aprobar. No obstante lo anterior, considero que no modificará el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLCAN), a pesar de las constantes amenazas que ha emitido tanto ella, como casi todos los candidatos en el pasado, incluyendo al actual Presidente Obama, por lo que anticipo que mantendrá el statu quo en las relaciones económicas entre EU y México (“¿Y si gana Hillary?”. 25 de octubre).
Es probable que la incertidumbre no acabe hoy o mañana, a pesar del triunfo de Hillary. Por un lado, si efectivamente Trump gana el voto popular y Hillary el voto electoral, es muy probable que pasen varios días en el “voto por voto, casilla por casilla” y no sepamos el resultado final de la elección tan pronto como hoy o mañana, tal como ocurrió en la elección del año 2000 entre George W. Bush y Al Gore, en donde tuvieron que pasar cinco semanas para que se diera a conocer el resultado final. Por otro lado, me preocupa mucho que en su estilo de hacer negocios, Trump no acepte el triunfo de Hillary e intente todo tipo de instrumentos jurídicos para anularla y extender el problema para Estados Unidos, para el mundo y para México, máxime después de las declaraciones que hizo en el tercer debate de candidatos presidenciales.
Post-Trump… Para abonar al optimismo, la incertidumbre global no terminará con los comicios en EU, a pesar de que gane Hillary. El próximo 4 de diciembre se llevará a cabo un referéndum importante en Italia, así como la repetición de la segunda vuelta de la elección general en Austria. Un mal resultado en cualquiera de los dos procesos puede complicar la situación geopolítica y financiera a nivel global.
Twitter: @G_Casillas
*El autor es Director General Adjunto de Análisis Económico y Relación con Inversionistas de Grupo Financiero Banorte.