El líder nacional del partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), Andrés Manuel López Obrador volvió a lanzar su proyecto alternativo de nación, con miras a la elección presidencial de 2018.
Reunido con los integrantes de la dirigencia de esa fuerza política y en el marco de su segundo Congreso Nacional Extraordinario, el político tabasqueño dijo que «la mafia en el poder» está muy preocupada porque él se encuentra en el primer lugar de las preferencias electorales.
Aseveró que a ello se deben los ataques en su contra y tras aclarar que no se encuentra en campaña, López Obrador admitió que sí le preocupa la compra del voto.
El proyecto alternativo presentado ante los integrantes del Congreso de MORENA, congregados en un centro deportivo ubicado en la delegación Azcapotzalco, contempla 50 puntos que incluyen la eliminación de la reforma energética y otras reformas estructurales.
También prevé dar marcha atrás al Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, a fin de construir la nueva terminal en la base militar de Santa Lucía; quitar las pensiones a los ex Presidentes; reducir el sueldo de la alta burocracia; y modificar el artículo 108 de la Constitución, a fin de castigar por corrupción al Presidente de la República.
En una larga intervención el ex Jefe de Gobierno del anteriormente llamado Distrito Federal, señaló que el propósito del proyecto alternativo también es el de construir en la tierra “el reino de la justicia”.
“Es una dicha enorme formar parte de este movimiento para construir aquí en la tierra el reino de la justicia, para construir aquí en la tierra el reino de la fraternidad”, dijo.
Mientras sus compañeros de partido le gritaban en repetidas ocasiones “¡Presidente!, ¡Presidente!”, el fundador de MORENA hizo un llamado a la unidad y subrayó que lo más importante con miras al 2018, es alistar los comités del partido en todo el país, cuya tarea será defender el voto en los siguientes comicios.
Señaló que su partido mantendrá las puertas abiertas para miembros de otras fuerzas políticas que se quieran sumar, porque los adversarios están en las cúpulas partidistas, no en las bases.
Al arremeter contra los dirigentes nacionales del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Ochoa, que lo acusa de “tomar las calles y dejar sin trabajo a la gente”; y del Partido Acción Nacional (PAN), Ricardo Anaya, que insiste en llamarlo “un peligro para México”, cuando él es un “aprendiz de mafioso”, López Obrador señaló que esos ataques no lo preocupan, como sí lo hace la compra del voto.
“No debemos confiarnos y no preocuparnos por la guerra sucia, eso no les va a funcionar. Lo que si debe preocuparnos pero sobre todo ocuparnos, es la compra del voto, porque eso es lo que más les funciona. Cada vez que hay elecciones, reparten migajas, dádivas”, expresó.
Entre la lista de 50 puntos del proyecto alternativo, incluyó dar trabajo y estudio a todos los jóvenes; impulsar al campo mexicano; fortalecer el avance en materia de turismo; modificar la estrategia de seguridad para “serenar al país; así como encaminar las relaciones México-Estados Unidos por la vía del diálogo y al mismo tiempo, diversificar las relaciones con países de África, Europa, Latinoamérica y Asia.
Dijo tener elementos suficientes para considerar que las reformas estructurales en materia fiscal, energética, educativa y telecomunicaciones, entre otras, son dañinas para la población, pero ofreció someterlas a consulta popular, a fin de no imponer decisiones.
“En cuanto a las llamadas reformas estructurales, de entrada confieso que soy partidario de revertirlas. Tengo suficientes razones para sostener que no benefician al pueblo; sin embargo, no responderemos a una imposición, con otra imposición, por ello se consultará a la gente”, a fin de que sea su voz la que determine si se eliminan o se mantienen.
En política exterior, remarcó que “si hay una buena política interior nos van a respetar”, lo anterior, en referencia a los amagos del Presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de expulsar de su nación a los migrantes y construir otro muro en la frontera.
Sin mencionar el nombre del magnate, el político de izquierda indicó que México debe tener una política exterior seria, diplomática, con apego a los principios de autodeterminación, no intervención, solución pacífica de controversias, para que no sean la amenaza ni el uso de la fuerza los que rijan las relaciones internacionales.
Afirmó que es necesario redoblar los lazos de amistad y cooperación con América Latina, pues a México le conviene acercarse a otros países, para diversificar la política exterior, potenciar comercio justo y que la globalización no sea sinónimo de hegemonía.
Aseveró que la relación con Estados Unidos se fincará en el respeto y en una política de “buena vecindad”, ya que es momento de promover un cambio sustancial en ese sentido y de convencer a los norteamericanos que el futuro de ambos países debe tomar el camino del desarrollo y la creación de empleo, no el de la confrontación.
No obstante, advirtió que el flujo migratorio no se detendrá con muros, redadas o con la militarización fronteriza. Los mexicanos que van a EU lo hacen por necesidad, no por gusto, atajó.
Sentenció que en materia de democracia y elecciones, nunca más debe haber fraude.
Enfatizó que la honestidad será “la tabla de salvación” de los mexicanos e insistió en que no solo reducirá, sino que acabará con la corrupción y la impunidad.
En ese tenor, refrendó que eliminará el fuero; se reformará el artículo 108 de la Constitución para juzgar por corrupción al Presidente; aunado a que el gobierno será “ejemplo de honestidad” y propondrá tipificar la corrupción como delito grave.
Se pronunció a favor de la revocación del mandato a través de la consulta a la ciudadanía, lo que deberá ocurrir al cumplirse los dos primeros años de mandato.
De igual modo, planteó que es necesario implementar una verdadera política de austeridad republicana, donde se reducirán desde el gasto corriente, hasta los sueldos de altos funcionarios.
Se cancelarán las pensiones millonarias a ex Presidentes; no habrá servicio médico privado ni cajas de ahorro especial para altos funcionarios; e incluso se venderá la flotilla de aeronaves del Gobierno Federal, adelantó.
Afirmó que el siguiente Presidente ganará la mitad que lo que gana actualmente el Primer Mandatario, no tendrá prestaciones, viajará en aviones de línea comercial y por carretera; y el Estado Mayor ya no será parte de la Presidencia, sino que se incorporará de lleno a la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA).
Fuente: MVS