Mariano Rajoy será elegido la noche de este sábado (20 horas España, 13 horas México) presidente del Gobierno. Salvo sobresalto tendrá 170 votos a favor, los de los diputados del PP, los de Ciudadanos y el de Coalición Canaria, y la abstención de un número indeterminado pero suficiente de diputados del PSOE.
Los socialistas asistirán quebrados a la votación: por permitir que el líder del PP sea reelegido con su abstención, tras mantener con insistencia un “no es no”, y por el desgarro de una previsible ruptura de la unidad de voto. En principio, está previsto que al menos 14 diputados socialistas se mantengan en el no, incluidos los siete del PSC, rompiendo la disciplina de voto y contraviniendo la resolución del último Comité Federal del PSOE.
Rajoy iniciará su segundo mandato cuando el domingo jure su cargo ante el Rey. Pondrá fin al periodo más largo de inestabilidad en la democracia constitucional de España. Han sido 315 días de Gobierno en funciones, tras las elecciones del 20 de diciembre y con la repetición de los comicios el 26 de junio. Una situación insólita que ha puesto en evidencia los agujeros negros del procedimiento constitucional, los plazos y las dificultades para el consenso.
Han sido necesarias tres investiduras: una fallida de Pedro Sánchez en marzo, otra de Rajoy en agosto y la que termina este sábado con éxito.
La investidura de este sábado no termina con la incertidumbre, porque se inicia el mandato de un presidente con el menor apoyo parlamentario desde 1978. Nunca ha habido un presidente del Gobierno tan en minoría y con tantas dificultades para sacar adelante normas y decisiones en el Congreso de los Diputados. Artículo a artículo y enmienda a enmienda, el nuevo Gobierno que arrancará la próxima semana tendrá que cambiar la forma de hacer política tras un mandato con mayoría absoluta para que la legislatura avance.
Rajoy inicia su segundo mandato y se supone que el último si mantiene la costumbre instaurada por José María Aznar de limitar las legislaturas como presidente del Gobierno. Lo hará gracias a un pacto con Ciudadanos que limita su actuación, que le obliga a ceñirse a 150 medidas. Pero para las que también tendrá que llegar a acuerdos con al menos otro partido para poder completar mayorías suficientes.
Curiosamente, la abstención del PSOE, le convierte en el presidente del Gobierno con menos votos en contra en una investidura en la historia democrática. Pero tendrá que convivir con un Parlamento fragmentado en cinco grandes bloques: el del PP, el del PSOE, el de Ciudadanos, el de Podemos y el de los partidos nacionalistas e independentistas. A todos salvo los populares, con distinto matiz e intensidad, les une la crítica al legado normativo de la mayoría absoluta del PP, pero les separa una serie de vetos cruzados que, precisamente, es lo que ha mantenido la situación de bloqueo constitucional.
Curiosamente, la abstención del PSOE, convierte a Rajoy en el presidente del Gobierno con menos votos en contra en una investidura en la historia democrática
Rajoy tendrá que afrontar esa difícil situación y retos como el de las exigencias de Bruselas para incidir en los recortes de gastos y, sobre todo, el del desafío soberanista e independentista de Cataluña. Uno de sus primeros retos será el de afrontar ese conflicto con la confianza de que no estén todos los puentes rotos y que no se haya llegado al punto de no retorno de la declaración unilateral de independencia y la actuación judicial contra sus promotores.
En su teórica oposición, Ciudadanos tendrá el papel de socio preferente crítico y vigilante; el PSOE el de líder de la oposición en periodo de crisis y con necesidad de hacerse perdonar entre los suyos la abstención y Podemos el de grupo con un pie en la calle y otro en las instituciones.
La oposición le llegará a Rajoy también desde los tribunales, donde se juzgan ahora y se juzgarán en los próximos meses casos que afectan a su partido y que le han marcado y le marcarán la agenda política. Y volverán a afectar a los acuerdos que pueda adoptar.
A partir de las 20 horas, se proclamará el resultado de la votación y Rajoy será ovacionado en pie por los diputados del PP. Su siguiente tarea será hacer la lista de Gobierno y empezar a deshacer el rodillo para cambiarlo por diálogo. Empezando por los Presupuestos para 2017 que enviará al Congreso en noviembre.
Rajoy, como ha advertido reiteradamente esta semana, puede disolver las Cortes si no logra apoyo para gobernar, pero desde esta noche por imperativo legal ya solo podrá hacerlo el 3 de mayo, en el primer aniversario de la última convocatoria, para que las elecciones fueran a finales de junio.
Fuente: El País