La Secretaría de Cultura del estado informó que alrededor del mediodía González de Alba fue encontrado sin vida al interior de su domicilio en la capital jalisciense.
Horas después de haber sido confirmada la noticia, el también periodista Héctor Aguilar Camín, quien fue su compañero en Milenio, publicó en su cuenta de Twitter que González de Alba se habría quitado la vida.
La muerte de González de Alba conmocionó tanto a periodistas y difusores culturales, como a la clase política, entre ellos el Presidente Enrique Peña Nieto y el Gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval Díaz.
Luis González fue líder estudiantil en el 68 y un referente intelectual como crítico, poeta, ensayista y como divulgador de la ciencia.
En ese momento se involucró en el Consejo Nacional de Huelga, convirtiéndose en uno de los líderes del Movimiento del 68.
El 2 de octubre de ese año fue detenido durante la masacre en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, y encarcelado en el Palacio de Lecumberri, donde pasó dos años.
En la cárcel escribió su primer libro titulado Los días y los años, en el que relata los hechos suscitados en la matanza de Tlatelolco.
Para 1975, declarado abiertamente homosexual, Luis González comenzó a colaborar, junto con el escritor Carlos Monsiváis, en la revista Siempre, la primera publicación en México dirigida a la comunidad de lesbianas, gays y bisexuales.
Después escribió en el diario Unomasuno, el que dejó en 1983 para residir un año en París, Francia. A su regreso, González de Alba se convirtió también en uno de los fundadores del periódico La Jornada, en el que publicó durante una década su columna La ciencia en la calle.
Tras dejar el diario de izquierda en 1997, el escritor, que nunca ejerció su profesión de psicólogo, trabajó de manera independiente hasta 2015, cuando comenzó a publicar en Milenio, en el que escribía sobre ciencia y política.
Ganó el Primer Premio Nacional de Periodismo en 1977, gracias a sus trabajos en la divulgación de la ciencia, y el Xavier Villaurrutia, por El riesgo del placer.
Fuente: Sin Embargo