Las autoridades en Camerún trasladaban de prisa este sábado a más de 600 heridos a diversos hospitales en las dos principales ciudades del país en un intento por salvarles la vida un día después de que un tren con exceso de pasajeros se descarrilara, provocando la muerte de al menos 70 personas.
Numerosos cadáveres continuaban regados en las vías mientras los socorristas buscaban más muertos y heridos. Los lesionados fueron llevados a hospitales en la capital, Yaundé, y la ciudad portuaria de Duala, adonde se dirigía el tren, mientras que el presidente declaró el lunes día de luto nacional por las víctimas.
La cantidad de heridos saturó el hospital local de Eseka, que tiene sólo 60 camas, dijo el ministro de transporte Edgard Alain Mebe Ngo’o.
Los socorristas y el personal médico en los diversos hospitales dijeron que la cifra de muertos era de 73. La radio estatal había informado de más de 75 fallecimientos.
Fuente: Excélsior