Lionel Messi volvió a jugar después de tres semanas lesionado y marcó un gol en la paliza del Barcelona 4-0 al Deportivo La Coruña, encarrilada previamente con dos tantos de Rafinha y otro del uruguayo Luis Suárez.
Con el triunfo del sábado, el cuadro azulgrana se colocó provisionalmente segundo en la clasificación de la liga española.
La punta la ocupa con 17 puntos el Sevilla, que derrotó previamente por 3-2 a Leganés. Al conjunto dirigido por el argentino Jorge Sampaoli, ex técnico de la selección de Chile, le escolta el Barsa con 16, y siguen Atlético de Madrid y Real Madrid, ambos con 15 unidades.
Atlético enfrenta a continuación al colero Granada, y el Madrid al Real Betis.
El Barsa, que el miércoles recibe al Manchester City por la Liga de Campeones, abrió la goleada sobre el Deportivo con tantos de Rafinha a los 21 y 36 minutos, y amplió a los 43 por vía de Suárez, máximo cañonero con seis dianas.
Pero la mejor noticia para los azulgranas fue el regreso de Messi, que no jugaba desde que se lesionara el muslo derecho el pasado 21 de septiembre y salió desde la banca para aportar el cuarto tanto a los 58, evidenciando una plena recuperación.
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«Es el mejor jugador del mundo. Es así de fácil», declaró sobre el astro argentino Rafinha, feliz con la victoria y su doblete. «Siempre es importante marcar. Sabíamos que con el primer gol habrían más espacios».
El Deportivo, que había hilvanado dos empates consecutivos en sus últimas visitas al estadio Camp Nou, acabó con diez jugadores y clasifica momentáneamente 15to con ocho unidades.
Messi volvió a la convocatoria del Barsa pero no al once titular, y vio desde la banca cómo su equipo le echaba pronto el guante al Deportivo, incapaz de frenar la avalancha ofensiva de Neymar, Suárez, Arda Turan y Rafinha.
Con un futbol sedoso en tres cuartos de cancha y afilado en el área, el cuarteto enloqueció a la defensa visitante, que además debió reordenarse con la salida por lesión de Sidnei.
Para entonces, Neymar ya había hecho temblar el travesaño con una potente volea a centro de Rafinha, y Suárez fallado en el consecuente remache aéreo.
Pero el uruguayo, incordio constante, se asoció con Rafinha para devolverle al canterano un balón peleado al borde del área y facilitar su remate, bajo y cruzado, escurrido bajo la axila del argentino Germán Lux.
Poco más pudo hacer el arquero en el segundo del Barsa y de Rafinha, atento al rechace de un cabezazo de Gerard Piqué en tiro libre de Neymar.
Hechos los deberes, los locales pudieron lucirse en el tercer tanto de Suárez tras pase con el exterior de Neymar, que el charrúa controló y remató de zurdas, esquivando la marca de Raúl Albentosa y la estirada de Lux.
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Con el descanso llegó el relevo de Suárez por Paco Alcácer, pero no un mayor alivio para el Deportivo, que vio como ingresaba en la cancha Messi a poco más de media hora para el final del partido.
El rosarino, recibido con calurosos aplausos desde la grada, tardó apenas tres minutos y tres toques en ganarse la ovación, cuando picó un desmarque al interior del área, recibió de Neymar y disparó de primeras con la zurda, ubicando el balón entre el hombro derecho de Lux y el poste más lejano.
La diana de «La Pulga» fue también la quinta de su cuenta liguera y sirvió para finiquitar al equipo gallego, que además sufrió la expulsión de Laure Sanabria por soltar un codazo a Neymar y vio cómo su arquero frustraba por dos veces a Alcácer, aún inédito como goleador azulgrana.
Previamente en Leganés, el argentino Franco Vázquez (25) abrió la lata por el Sevilla, al rematar un centro de su compatriota Luciano Vietto, y Samir Nasri (57) aumentó la diferencia.
Los locales empataron gracias a David Timor (66) y el argentino Alexander Szymanowski (69), pero Pablo Sarabia (84) decantó definitivamente la balanza por el Sevilla, que truncó una racha de 22 partidos ligueros sin ganar a domicilio, originada en mayo de 2015.
Fuente: La Razón