Los ex integrantes de la banda Los Panchitos —famosa en la década de los 80— festejan hoy su 38 aniversario en la vía pública, igual que como lo han hecho en años anteriores, solo que esta vez la delegada en Miguel Hidalgo, Xóchitl Gálvez, les negó el permiso. No obstante, afirman que realizarán la tocada para celebrar y en la que participarán cerca de 30 grupos; esperan la asistencia de 5 mil personas.
En entrevista con MILENIO, algunos de Los Panchitos —unos profesionistas, otros políticos, y otros aun en el viaje— rememoran su pasado: la droga, los atracos, el rock, los enfrentamientos entre bandas y más.
Según uno de sus líderes, Humberto Morgan, Los Panchitos forman parte de la historia de la Ciudad de México.
Los Panchitos surgieron en octubre de 1978 de las barrancas, cuevas y calles que iban y venían como una culebra sobre las lomas de Álvaro Obregón: “Desde muy niños las condiciones en que vivíamos, en cuartitos, te expulsaban a la calle”.
Era una banda de jóvenes que iban de los 12 a los 20 años.
Morgan, quien se dice fue uno de los más aguerridos de la banda, hoy es cauto, mesurado.
De Panchito, saltó a político. En el PRD fue diputado federal y local. Hoy es funcionario en la Secretaria de Movilidad de la CdMx.
Recuerda que la capital se distinguió por la aparición de chavos banda, “la más emblemática fueron Los Panchitos, Pero hubo cientos, miles en el poniente de la ciudad”.
A 38 años de su aparición por los rumbos de Tacubaya, Santa Fe y Observatorio, “podemos entender el movimiento que no solo fue violencia y relajo”.
Afirma que en aquel entonces, México era un país con condiciones para los jóvenes diferentes a las de ahora, “afortunadamente muchos pudimos sortearlas en diferentes niveles y condiciones”.
Pero otros no corrieron la suerte de Morgan. Es el caso de El Gino, quien aún se considera Panchito.
Sigue siendo punk y conserva su pelo blanco con picos, aunque ahora con tierra y sudor. Su mata luce aplastada en la nuca. Vaga por las calles. Dice que fuma mota y bebe alcohol. Parece vagabundo.
Platica de sus viajes con pegamento y dice que atravesaba las paredes, “veía cómo se abrían”.
El Gino se quedó en el viaje y camina por las calles de la colonia 16 de Septiembre, donde nacieron Los Panchitos.
Desde ese lomerío de Álvaro Obregón, miraban a la ciudad, y de la droga, rock, peleas y uno que otro atraco, brincaron a formar familias; se convirtieron en comerciantes, músicos y otros siguieron el camino de la política.
Otros más, recuerda Martín Legorreta, El Lego, murieron o siguen en la cárcel.
Entrevistados en las escalinatas, desde donde se observa toda la ciudad, El Lego dice: “No utilizamos armas fuertes, solo cuchillos, chacos, piedras: era lo que teníamos”, y compara: “Las bandas de hoy usan pura arma de fuego; antes, fajillas y puntas”.
Otro que aun se autodefine como Panchito es Carlos Reyes. Recuerda que “la mayoría de los enfrentamientos con otras bandas eran por el territorio que queríamos tener”.
Verónica Camacho confiesa: “Iba a las tocadas con ellos, estaba muy chica y los adopté como mi familia, pues en mi casa tenía problemas…”.
Ernesto Fajardo Lovera, vivió esa época y con el tiempo escribió el libro ¡Los Panchitos atacan de nuevo!
Señala que “en las tocadas a veces llegaban las patrullas a reprimir. La banda se defendía; una vez quemaron una patrulla y la aventaron a una barranca”.
Pero no solo los integrantes de la banda tienen recuerdos. Emilio Gutiérrez, de casi 90 años, solo veía ir y venir a los jóvenes de aquel entonces.
“Ví que no mataron a nadie; sí, atracaban a los del camión de refrescos, al que repartía pan, a los que se estacionaban en tienditas”.
Este sábado Los Panchitos festejarán su 38 aniversario como cada año.
Sin embargo, según Claudia Hernández, “se va a hacer”. Esperan alrededor de 5 mil jóvenes de todas partes de la ciudad y de provincia, además de una treintena de grupos de rock.
Fuente: Milenio