Las autoridades francesas iniciaron la compleja operación, sin precedentes en Europa, para clausurar el campamento improvisado donde vivían miles de personas que hicieron peligrosos viajes para huir de guerras, dictadores o pobreza extrema y que soñaban con labrarse una vida en Gran Bretaña.
Bajo la mirada de mil 200 policías, los primeros de varios cientos de autobuses llegaron para empezar a transferir a los inmigrantes a centros de recepción en toda Francia, donde podrán pedir asilo. Se espera que la operación para vaciar el campo dure una semana. Entre los edificios que servirán como centros de recepción hay hoteles e incluso castillos, convertidos en alojamiento para inmigrantes antes del gran traslado.
«Ésta es una operación que queremos que sea pacífica y controlada. Por ahora lo es», dijo en París el ministro francés del Interior, Bernard Cazeneuve.
En el campo viven casi 6 mil 500 inmigrantes que quieren llegar a Gran Bretaña, según las autoridades. Grupos humanitarios elevan la cifra a más de 8 mil 300.
La dura realidad del traslado se hizo evidente para los residentes en el campo. Algunos se alegraban de marcharse, otros se sentían confundidos o conmocionados.
Los menores no acompañados, muchos de los cuales tienen familiares en Gran Bretaña, serían alojados en barracones en el lugar establecidos este año mientras Londres estudia sus casos para determinar si cumplen los requisitos para ser trasladados al otro lado del canal de La Mancha. En el campo hay mil 291 menores no acompañados, según la organización humanitaria France Terre d’Asile.
El campamento irregular comenzó a levantarse hace 18 meses y hasta ahora había sido tolerado, aunque no recibía casi ayuda del estado. Grupos humanitarios y cientos de voluntarios británicos han facilitado las necesidades básicas. El asentamiento se convirtió en una barriada donde estallaban tensiones, se forjaban amistades y los contrabandistas prosperaban.
El desplazamiento forzoso de miles de personas es una enorme tarea planificada durante meses.
Fuente: El Financiero