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¿Cuánto cuesta competir en la Fórmula 1?

Publicado por
Aletia Molina

Para tener una escudería en este serial se necesitan 240 mdd, según algunos cálculos, además de paciencia, buenos socios y buena estrella, pues el índice de mortandad es de 75%. La estadounidense Haas, en la que corre el mexicano Esteban Gutiérrez, probará suerte este año.

En marzo de 2010, Ken Anderson, dueño de la escudería USF1, envió un correo electrónico a sus trabajadores. Eran malas noticias. “Graves problemas económicos y de financiación”, era una de las frases que se podían leer en el mensaje. Todos quedaron despedidos. Un año antes Anderson había aparecido en Speed Channel (el canal de televisión más prestigio­so del automovilismo) para anunciar que después de más de 25 años Estados Unidos tendría un equipo de Fórmula 1. Fracasó.

Las oficinas de USF1 estaban en Charlotte. Desde allí se inició el deseo por ser el primer equipo no europeo de la Fórmula 1 durante la temporada 2010. “Es un gran reto estar aquí, tendrá un gran diseño el auto”, señaló Mike Draisey, ingenie­ro de instalación del equipo. Nada de eso sucedió y empleados de 12 nacionalidades debieron ir a casa cuando Anderson envío el mail.

Estados Unidos, la economía más poderosa del planeta, no tenía la capacidad financiera para ingresar a la Fórmula 1, uno de los deportes más caros del mundo. ¿El motivo?, además de los administrativos, el alto costo para formar parte de la parrilla de salida del que también llaman el Gran Circo. Quizás sería más apropiado decir: el circo más caro de todos.

¿Cuánto necesitas para tener un equipo de Fórmula 1? A decir de Bernie Ecclestone, dueño del serial, la cifra para ser competitivo –y como consecuencia para tener un buen negocio– es invertir en cuatro años al menos 1,000 mdd. Según espe­cialistas de Sport Business, Sports Journal y Formula Money consulta­dos por esta publicación, el prome­dio para ingresar –al menos– debe ser de unos 100 mdd el primer año. Si tienes esa cantidad, se te abren las puertas.

Seis años después de aquel correo de despedida, un equipo llamado Haas fue la tercera escudería estadounidense en estar en la Fórmula 1. Su primera temporada es en 2016. “Si somos más eficientes, más competitivos, todo eso nos ayudará a reducir costos”, menciona Genee Haas, dueño de la escudería, al refe­rirse a la estrategia a seguir.

La bienvenida no fue la mejor. Ya saben que este primer año no verán ni un euro, libra o dólar que reparta la Fórmula 1. Al ser su prime­ra temporada, Bernie Ecclestone decidió que no tendrán ninguna remuneración económica. Y no sólo eso, sino que poco antes de iniciar la temporada mandó un mensaje a los estadounidenses. “Si alguien quiere ser competitivo, ellos deben in­vertir al menos unos 1,000 mdd en cuatro años, como Red Bull lo hizo. Ahora tenemos que esperar y ver qué pasa. Haas es el nuevo niño de la cuadra y ya veremos lo que sucede con ellos”.

Lo que dice Bernie no es cual­quier cosa. Le está pidiendo a Genee Haas que invierta lo que ingresa en un año su compañía, Haas Automa­tion. Pero no son unos improvisados, su experiencia en automovilismo viene de NASCAR, el serial de autos más exitoso en todo Estados Unidos. En los negocios deportivos lo han hecho excelentemente, su equipo Stewart-Haas Racing vale, según Forbes, 195 mdd, el tercero mejor cotizado.

“Desde que se anunció el equipo todos pensaron que es una apuesta valiente, sobre todo porque varias escuderías se tambalean y están cer­ca del colapso (financiero)”, expone Christian Sylt, especialista en nego­cios deportivos en automovilismo.

Físicamente, el equipo de F1 de Haas está en el número 1,581 del boulevard Roger Dale Carter, en Kannapolis, a 50 kilómetros de Charlotte, muy cerca del sitio donde fracasó el USF1. Su es­pacio de trabajo consta de más de 13,000 m2 y su proyección es que tendrán al menos 250 personas para llevar a buen puerto el proyecto.

Sus pilotos son el francés Romain Grosjean y el mexicano Esteban Gutiérrez, quien comenta que la opción de Haas es positiva, porque “juntos podremos hacer grandes cosas”. Hace un año era piloto de pruebas de Ferrari, escudería que le proporciona los motores, mientras el fabricante italiano Dallara es quien les hace el chasis.

Está claro que la andanza de Haas no será sencilla. Los datos lo confirman:

-Desde que inició la F1 han exis­tido 122 escuderías y sólo Ferrari se mantiene desde 1950.

-De 2000 a la fecha, cada año desaparece un equipo en promedio.

-Haas es la escudería 15 en los últimos 17 años y sólo cuatro se mantienen en el serial.

“(La permanencia) depende de la inversión, de cómo manejen el proyecto. Por ejemplo, a Red Bull le llevó seis o siete años ser protagonis­ta”, afirmó Fernando Alonso cuando se le cuestionó a principios de año en Barcelona –en una visita de Forbes México a los ensayos libres en Cataluña, España– sobre el nuevo integrante de la familia.

En la historia han existido tres equipos estadounidenses: Penske Racing, de 1974 a 1976, y Team Haas (no se confunda con el actual), entre 1985 y 1986. “Empezar de la nada tu propio equipo de diseño, haciéndolo todo, así es muy difícil sobrevivir”, analiza Gunther Steiner, ex director del equipo F1 Jaguar.

Los presupuestos dictan qué tan exitoso eres. Hace un par de temporadas Ferrari tenía 420 mdd disponibles al año, mientras que Caterham, una de las nuevas escude­rías, 95 mdd.

De acuerdo con cifras de Formula Money, un estudio especializado en economía de F1, para mantener un equipo (no se confunda con la inversión inicial) se necesita mucha plata. Para ser más concreto, la inversión sería la siguiente: 63 mdd para investigación y desarrollo, 57 mdd para la producción de los autos, 65 mdd para salarios de pilotos, in­genieros, directivos y al menos unos 55 mdd para operación (transporte, viajes, hospedaje, entre otros).

“Este primer año no habrá dinero para Haas”, mencionó Bernie Ecclestone, casi como una amenaza. “Ellos lo sabían desde un principio”. Esto no era así antes. Cuando debu­tó Marussia, en 2012 (desapareció en 2014), la primera temporada recibió al menos 10 mdd.

“Es muy importante (el pre­supuesto) y fundamental porque de ahí parte todo. El dinero no es la única respuesta porque puedes tener mucho pero no lo sabes inver­tir, tienes que rodearte de buenos socios”, me responde David Coulthard, ex piloto británico y ganador de 13 Grandes Premios. Haas tiene sociedad con Ferrari y con Dallara.

Lo que ha conseguido hasta el momento no es cualquier cosa. Son el primer equipo que en su primera carrera en F1 sumó puntos. Hasta el cierre de esta edi­ción, se habían disputado 10 fechas y han puntuado en cuatro. Mante­nerse entre el sexto y octavo lugar les puede significar al menos entre unos 30 y 40 mdd en premios para la próxima temporada, lo que es lo mismo, el 40% de su presupuesto anual por ahora. Si los números de Ecclestone son verdad, a partir de su segundo año Haas deberá gastar 250 mdd en su proyecto de F1 y los premios representarían 14% de sus inversiones.

Obtener recursos no es sencillo. Eric Boulier, director de McLaren, indica que “hoy las compañías gastan mejor su dinero, esperan ver cómo reditúa su inversión”. El due­ño de Haas, Geen, reflexiona: “creo que podemos tener éxito porque tuvimos tiempo para preparar nuestra llegada”. Y tiene razón, fue en abril de 2014 cuando recibieron la licencia de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) para participar en la F1, pero no fue sino hasta este año que decidie­ron rodar en las pistas.

De acuerdo con perspectivas de la escudería, su presencia en la F1 permitirá duplicar los ingresos de Haas Automation en cinco años. Facturarían 2,000 mdd, según los reportes financieros de la com­pañía. “Por ejemplo, China es un gran mercado donde nosotros tenemos poca presencia, creo que la F1 nos ayudará a expandirnos significativamente”.

Caterham fue un equipo malayo que participó entre 2012 y 2014. Nunca terminó entre los primeros 10 en las 56 carreras que arrancó. Su dueño era Tony Fernandes, propietario de Air Asia, y no pudo mantener al equipo. Su fortuna – estima forbes– asciende a 230 mdd. Si le hiciera caso a Ecclestone se quedaría en la ruina. Las deudas de la escudería superaron los 21 mdd e incluso se vieron en la necesidad de recaudar fondos vía crowdfunding, donde los fans los apoyaron y reu­nieron casi 100,000 dólares en 2014 para lograr correr en el Gran Premio de Abu Dabi.

“No hubiera entrado a la F1 si su­piera que perdería dinero”, confesó Genee Haas el día de la presentación oficial del equipo. Estar dentro de la F1 no es un tema barato. “Tenemos que entender que todo el deporte se ha convertido en un gran negocio, incluyendo la F1, pero no lo es todo. Para el éxito necesitas tener buenos pilotos, sin eso no funciona”, reflexiona David Coulthard.

¿Es un riesgo llegar a Haas?, le cuestionaron a Esteban Gutiérrez en un evento realizado por el banco Santander en la Ciudad de México hace unos meses. “El riesgo no sólo es llegar a Haas, es un paso para alcanzar nuestro futuro”.

Grosjean y Gutiérrez cobrarán entre los dos 6.5 mdd en salario. “Lo que hacen los pilotos es lo que determina a las escuderías”, dice Coulthard. Haas ha puesto el dinero ya sobre la mesa. Los datos indican – según el promedio– que es más pro­bable que fracase a que tenga éxito. Ya el tiempo dirá. Al menos podrán decir que la aventura sí inició y no terminó con un correo electrónico como con USF1.

Fuente: Forbes

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Aletia Molina