Primero, Ochoa tuvo que intervenir ante un cabezazo de Kike García y un disparo de Rubén Peña, muy flojos ambos.
Cuando más controlado tenían el choque, los del Eibar se quedaron en inferioridad numérica apenas superada la media hora de partido al ser expulsado el arquero Riesgo, que trabó en la frontal del área al argentino Ezequiel Ponce.
Doce minutos después, Pedro León firmó una gran jugada personal y con un lejano disparo sorprendió a Ochoa, quien terminó por ‘comerse’ el disparo que iba directo a él, para colocar el 0-1 en el marcador.
Para el segundo tiempo, el Granada intentó reaccionar. El gol del empate llegó en el minuto 76 tras un cabezazo al larguero que recogió Kravets para después firmar el empate.
En la última acción del choque, el Eibar aprovechó que los locales estaban volcados buscando el 2-1 y montaron un buen contragolpe en la que Sergi Enrich superó a Ochoa en el mano a mano para dar los tres puntos a su equipo.
Fuente: Excélsior