El cadáver de María Villar Galaz, sobrina del presidente de la Real Federación Española de Futbol, Ángel María Villar, quien fue secuestrada el 13 de septiembre en la Ciudad de México, fue localizado dos días después en el paraje Tierra Blanca del Estado de México.

Los servidores consultados señalaron que la víctima, quien laboraba en IBM en Santa Fe fue hallada el 15 de septiembre en la comunidad Mirasol, Santiago Tianguistenco, misma fecha en que la Procuraduría General de la República inició formalmente la investigación del caso. Dejaron claro que quien dio parte a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada fue la Policía Federal, luego de que la familia de la víctima “pidió asesoría” a la corporación el 14 de septiembre.

Indicaron que el cuerpo de la víctima fue identificado por los servicios periciales de la PGR ayer, que fue cuando se notificó a las autoridades españolas. Villar Galaz vivía en Polanco y fue plagiada el 13 de septiembre, presuntamente al salir de su empleo; los plagiarios la habrían obligado a “exprimir” sus tarjetas.

Por la noche, la PGR informó en un comunicado que trabaja de manera coordinada con autoridades federales y estatales para el esclarecimiento del caso. “Según consta en la indagatoria respectiva, el pasado 13 de septiembre la víctima fue vista por última vez en el poniente de la Ciudad de México. Al día siguiente, quienes dijeron ser sus captores establecieron comunicación con sus familiares, con la exigencia de un pago económico a cambio de su liberación.

“El 14 de septiembre la familia realizó un pago y también solicitó la asesoría de la Policía Federal, quien dio parte a la Seido el 15 de septiembre, iniciando la carpeta de investigación. Ese mismo día fue localizado el cadáver de una mujer en Santiago Tianguistenco, Estado de México, el cual fue plenamente identificado, correspondiendo a la víctima de nacionalidad española”, dijo la PGR.

Extraoficialmente se conoció que se pagó por su rescate 90 mil euros, es deci,r un millón 984 mil 743 pesos, cantidad inferior a la que exigieron sus captores.

Al parecer el cuerpo de la víctima tenía un plástico en la cabeza, estaba atada de manos y tenía una cadena a la altura de los tobillos. Alrededor de las 14 horas el ministro de Exteriores ibérico, José Manuel García-Margallo, confirmó la muerte de la ciudadana española, pero aseguró que siempre estuvieron en contacto con las autoridades mexicanas. Expresó que “lo más triste es que creíamos que se iba a solucionar fácilmente por los datos que teníamos y no ha sido así”. Relató que se había pagado una cantidad, aunque “muy inferior” a la solicitada: “Estábamos convencidos de que era cuestión de tiempo que apareciese libre y sana y por desgracia no ha sido así”.

La procuraduría mexiquense emitió un comunicado en el que refirió que en la dependencia no existe ninguna denuncia por el secuestro de la mujer.

Fuente: Milenio