En declaraciones a los medios tras concluir la cumbre del G20 en Hangzhou (China), Merkel consideró que su partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU), debe «tomar nota de que muchas personas no tienen la confianza suficiente» en la efectividad de esas medidas y debe por tanto «trabajar intensamente para recuperar esa confianza».
«Muy descontenta» con los resultados del «Land» en el que ella tiene su distrito electoral, aseguró que se siente corresponsable de lo sucedido como presidenta de la CDU y canciller, ya que la campaña estuvo dominada por temas nacionales, como la crisis de refugiados y el reto de su integración, y no por los problemas de la región.
Hasta tres veces afirmó que «la base de las decisiones adoptadas en los últimos meses es correcta» y descartó un cambio de rumbo, aunque asumió que su partido tiene «bastante por hacer para ganar la confianza» de los ciudadanos.
Merkel defendió el acuerdo firmado entre la UE y Turquía para la devolución de refugiados e inmigrantes irregulares y su apuesta por reducir el número de solicitantes de asilo que llegan al país (que el año pasado recibió a cerca de 1,1 millones de personas), por mejorar la integración y por impulsar las expulsiones de quienes no tienen derecho a permanecer en Alemania.
En su opinión se ha conseguido «mucho», pero está claro que hay que convencer a los ciudadanos de que se trata del camino correcto.
Preguntada sobre si la derrota electoral puede influir en su decisión de volver a presentarse como candidata a la Cancillería para una cuarta legislatura en las generales de 2017, se limitó a repetir que anunciará si continúa en el momento oportuno.
Fuente: Crónica