Hasta el momento, Wall Street ha favorecido una victoria de la demócrata Hillary Clinton, basado en el hecho de que ella es una personalidad ampliamente conocida, con una sólida formación y políticas del gobierno reconocidas.
El republicano Donald Trump, por el contrario, tiene un aura de incertidumbre, con una personalidad volátil y cambiantes puntos de vista sobre temas claves, aunque algunos en Wall Street se preparan a sus propuestas fiscales y a su probable plan económico.
Una encuesta reciente de la NBC / Wall Street Journal da a Clinton una ventaja de seis puntos, 43 por ciento a 37 de Trump, entre los posibles votantes.
Desde 1992, el S&P 500 ha ganado un promedio de 0.85 por ciento el día después del primer debate entre los dos candidatos presidenciales, de acuerdo con la firma financiera Strategas, de acuerdo con el sitio de noticias financieras CNBC News.
El S&P 500 es el acrónimo de Standard & Poor´s 500, que incluye a las 500 empresas más representativas de la Bolsa neoyorquina. La importancia de este índice, junto con el Dow Jones, es que juegan en la plaza financiera más importante del planeta: Wall Street.
Los datos de la firma eliminan 2008 ya que el mercado se vio envuelto en un debate en el Congreso sobre el programa «TARP» para ayudar a los bancos durante el pico de la peor crisis financiera de la época contemporánea.
Sin embargo, una ventaja tiene Trump según sus propuestas fiscales que incluyen un recorte en la tasa de impuesto de sociedades. «Trump podría llegar a ser muy bueno para los mercados debido a que su reforma tributaria y la reforma regulatoria son buenas para el crecimiento», dijo Clifton.
En las últimas siete elecciones, el primer debate ha dado una ampliación de al menos dos puntos porcentuales sobre la intención de voto al ganador, y sería clave en esta elección donde el liderazgo de Clinton no es tan amplio en algunas encuestas.
Los estrategas políticos señalan que Clinton tiene que aparecer físicamente fuerte en el debate y superar las preocupaciones sobre su salud, después de un reciente ataque de neumonía y otros problemas de salud pasados.
Trump tiene que aparecer presidencial, como una mano firme que se puede confiar para dirigir la nación.
«Hay 100 millones de personas viendo el debate y ellos son dos de los candidatos más impopulares para presidente en la historia moderna de Estados Unidos», precisó Clifton.
Fuente: Excélsior