Tenemos ahora los recursos que nos permiten proteger la infraestructura y ser mucho más eficaces”, dijo el jefe de la policía de esa ciudad, Kerr Putney.
Horas más tarde, la alcaldesa de Charlotte, Jennifer Roberts, impuso un toque de queda efectivo a partir de la medianoche.
Las autoridades intentaron terminar con los brotes de violencia y alertaron que actuarán de manera más “proactiva” para evitar que se repitan los disturbios ocurridos en las últimas dos noches.
Además utilizarán una nueva estrategia más severa para proteger los inmuebles e impedir desmanes como los que ayer dejaron 44 detenidos y 9 civiles heridos, uno de ellos , Justin Carr, de 26 años, falleció ayer en el hospital.
Las autoridades municipales afirman que Carr no fue baleado por policías, pero siguen investigando.
La Guardia Nacional, así como agentes de la Patrulla de Tráfico estatal, fue desplegada después que el gobernador de Carolina del Norte, Pat
McCrory, declarara el estado de emergencia en la ciudad.
En medio de la creciente presión, la policía de Charlotte se negó a difundir un video que podría solucionar versiones de hechos muy divergentes sobre la muerte a balazos de un hombre negro.
Putney sostuvo que presentar las imágenes captadas por las cámaras de las patrullas y en el uniforme de los policías durante la muerte de Keith Lamont Scott, de 43 años, podría socavar la investigación. Detalló que el video será dado a conocer cuando crea que existe una “razón convincente” para hacerlo.
Fuente: Excélsior