Ayer una persona que durante años estuvo haciendo trabajos como gestor y que se jactaba de ser ex militar (era sargento y fue dado de baja de la milicia por esquizofrenia y otros problemas mentales) abrió fuego en contra de empleados de la dependencia estatal porque un asunto personal no se resolvió como esperaba. En el acto una trabajadora social murió y otras tres mujeres resultaron con lesiones graves en el cráneo.
Tras los hechos, el gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval dio su respaldo al fiscal general, Eduardo Almaguer para que continúe en el cargo.
Los hechos de violencia sí ocasionaron que “rodará la primera cabeza”, el responsable de brindar seguridad al interior de la Fiscalía de Jalisco (conocido como el J5) fue cesado luego de la agresión a balazos perpetuada por un sujeto en contra de cuatro elementos de la dependencia (tres trabajadoras sociales y una agente del Ministerio Público) y se advierte que los ajustes continuarán.
En paredes de la dependencia se pegaron papeles en donde trabajadores de la institución señalan que están laborando «bajo protesta por la inseguridad».
Fuente: Excélsior