Lochte, quien se convirtió en el rostro del bochornoso incidente por haber sido quien denunció de manera pública lo que resultó ser una fabricación con ribetes internacionales, ofreció su mea culpa a través de las redes sociales.
“Quiero disculparme por mi comportamiento del pasado fin de semana, por no ser más cuidadoso y sincero en la forma en que he descrito los acontecimientos de aquella mañana temprano y por mi papel en tomar el foco de atención lejos de los muchos atletas cumpliendo sus sueños de participar en los Juegos Olímpicos”, dijo.
En un mensaje a través de un enlace colocado en su cuenta personal de la red Twitter, Lochte explicó que decidió esperar hasta que la situación legal del incidente fue abordada “y estaba claro que mis compañeros llegarían a casa con seguridad”.
Según las autoridades brasileñas, la tesis del asalto a mano armada fue una tapadera para ocultar la verdad, que empezó a conocerse luego que Bentz y Conger fueron bajados de un avión comercial el miércoles pasado, cuando se disponían a viajar a Estados Unidos.
Fuente: Crónica