Desde el 2004 se celebra el 26 de Agosto el día Nacional del Perro en los EU. Fue establecido por la filántropo Collen Paige quien también instituyó el Día Nacional del Cachorro y el Día Nacional del Gato.
En Cozumel somos testigos todos los días como los norteamericanos se interesan más de los perros callejeros que de los niños de la calle (que casi no hay) o que piden limosna. También hay que ser justos, es por aquello de evitar la explotación infantil por parte de adultos, muchas veces los propios padres, que ponen a los menores a pedir limosna.
Ese día Jean Michel Cousteau, nuestro socio estratégico pegó una fotografía en su muro de FB con Rosalía su perra pastor alemán. Cuando vino en 2011 para filmar The Current, Laura mi esposa nos recibió en el muelle de ferries acompañada de Tessa nuestra perra labrador. A cada lugar o cada reunión a la que llegaba, Jean Michel me preguntaba y ¿no la trajiste o como esta ella?, refiriéndose a mi perra.
Una de las claves de la evolución biológica de nuestra especie es la capacidad para domesticar otras especies, ya sea de plantas (agricultura) o de animales (aves, ganado, caballos, perros).
Hace 10 mil años los seres humanos avanzaban siguiendo las migraciones silvestres de las plantas. Como cuenta Jacob Bronowsky en el maravilloso libro, El Ascenso del Hombre (1969) el trigo que era una planta silvestre derivó en dos plantas uno de ellos un híbrido fértil fácil de cosechar hace 8 mil años en el valle de Jericó, Sus habitantes fabricaban hoces de pedernal para cosechar primero la difícil hierba silvestre y posteriormente las lozanas plantas híbridas. Así al parecer nace la agricultura y con la elección de las semillas más dóciles la domesticación de las plantas, la agricultura.
Los perros y su variante silvestre los lobos, ya caminaban con los humanos mucho antes. Un equipo de la Universidad de Oxford que estudió fósiles de perros encontró que la domesticación ocurrió a la vez en Asia y Europa hace unos 12 mil años. Sus trabajos fueron publicados en la Revista Science.
Sin embrago sigue al aire la pregunta ¿Cómo se produjo la primera domesticación de plantas y animales como el perro que marcaron la revolución en la era neolítica? Ray y Lorna Coppinger dicen que debemos apuntar a los ancestros no domesticados de los perros, los lobos. Ellos concluyen que los perros se domesticaron a sí mismos. Al vivir al margen de las poblaciones humanas poco a poco se fueron acostumbrando los unos a los otros.
Cada tarde llevo a Tessa a brincar y nadar al muelle. La gente la observa maravillado como se lanza clavados tras un coco. Como viene y me lo entrega y me da la mano y espera sentada pacientemente hasta que le lanzó de nuevo el coco. ¿Usted la entrenó?, preguntan asombrados. No, ella me entrenó a mi es invariablemente mi respuesta. Igual sucedía cuando trabajaba con delfines y les sucede a quienes trabajan con caballos.
Ellos tienen un bagaje genético que les permite adaptarse o no a convivir y relacionarse con otras especies.
En la cueva de Chauvet al sur de Francia se encontraron pinturas prehistóricas con una antigüedad de 35 mil años. La cueva de Altamira en España tiene 22 mil años de antigüedad. En la francesa está marcada la huella de un niño y muy cercana la de un lobo. La pregunta surge de inmediato, ¿caminaban juntos hace 26 mil años? De ser así los lobos se auto domesticaron más pronto de lo expuesto en el estudio de la Universidad de Oxford.
«El amor hacia el perro es voluntario, nadie lo fuerza. Y lo principal: ninguna persona puede otorgarle a otra el don del idilio. Eso sólo lo sabe hacer el animal… El amor entre un hombre y un perro es un idilio. En él no hay conflictos, no hay escenas desgarradoras, no hay evolución», escribió Milan Kundera en La insoportable levedad del ser. En su novela, la protagonista, Teresa, llega a pensar que el amor que siente por su perra Karenin es mucho mejor que el que siente por su marido Tomás.
Otro estudio de la Universidad de Duke liderado por Evan Mac Lean y publicado también en Science revela que los humanos y los perros liberan oxitocina cuando se reconocen los unos en los otros y crea este vínculo especial entre dueño y animal. Esto también lo estudiaron en Japón en la Universidad de Azabu, el Dr. Takefuni Kikusui. Revelando asi el mecanismo del amor que los perros y humanos sienten entre sí.
Los que hemos trabajado con animales sabemos que la postura corporal, el lenguaje del cuerpo es muy importante para obtener una respuesta positiva del animal del que requerimos una respuesta determinada. Sin embargo un estudio publicado la semana pasada realizado en la Universidad de Loránd en Budapest liderado por el profesor Attila Andics y publicado por Science (Agosto 2016) establece que los perros comprenden las palabras que les dicen los seres humanos.
Se utilizó una máquina de resonancia magnética y a 13 perros de distintas razas para estudiar sus reacciones ante el lenguaje. Se concluyó que los perros utilizan la misma área del cerebro que los humanos para entender y reconocen el significado de las palabras independientemente de la entonación.
Los lobos son un tremendo depredador, capaces de devorar cuando están hambrientos a un ser humano con facilidad. Puedo imaginar el encuentro de un ser humano indefenso frente a frente con un lobo, un león o un tiburón. Ante cualquier depredador que aunque él no lo sepa, lo sabes tú, te puede acabar de una dentellada.
Cada año en enero acudimos a Playa del Carmen a bucear con los tiburones toro. Son los escualos que tienen el mayor número de ataques a seres humanos el año pasado seguidos del tigre y el blanco. En 2015 según el Archivo Internacional de Ataques de Tiburones (AIAT) hubo en el mundo 98 ataques, seis de ellos mortales. 58 de estos en EU y 30 en Florida por tiburones toro (Carcharias Taurus).
Cada encuentro con los tiburones es diferente y salvo en una ocasión en que estuve solo con ellos y con el ex director de Reuters en América Latina Paul Iredale y su hija Hanna, los tiburones nos rodearon estrechando el cerco y chasqueando sus mandíbulas, nunca hemos tenido una experiencia mala con ellos. Por el contrario cada vez que voy a bucear con ellos con Leo Morales es un evento festivo. Solamente está en nuestra mente el saber que es un depredador formidable y que te pueden matar de una sola dentellada, aunque ellos no lo saben y si lo saben parece que le somos indiferentes.
Fuimos invitados mi esposa y yo ayer a la premier de la película The Big Swim de Katy Green. Realizada en Cozumel y en los tiburones toro en Playa del Carmen. La trama es simple. Una chica que su madre muere debido a un cáncer de mama y se lo cuenta cuando visitan los tiburones en un acuario, es informada que tiene por igual la enfermedad y será operada. Así que decide enfrentar sus miedos y decide venir a bucear con tiburones enfrentando así sus demonios. Una película dominguera de bajo presupuesto en donde lo mejor es la fotografía submarina de Guy Chaumette.
A Guy y Anita su esposa los conocimos hace un año en la presentación de un trabajo suyo sobre educación ambiental en el Museo de la Isla y de inmediato nos caímos bien. Hemos convivido con ellos en casa en un par de ocasiones. Nos gusta tanto el trabajo artístico de Guy que queremos presentarlo con Jean Michel Cousteau para que lo incluya en sus próxima película como cinematografista.
Hay una escena en donde Guy capta el terror de la protagonista Kimberly Lemans cuando un tiburón toro se le viene encima. Excelente. Hay gente que al parecer ha sido domesticada por los tiburones como lo hicieron los lobos hace 26 mil años. Salvo su mejor opinión querido lector.