El nombre del encargado de hacer el último relevo de la antorcha y de encender el pebetero es el secreto mejor guardado de los organizadores de Río 2016, pero en Brasil se daba casi como seguro que ese honor correspondería a Pelé.
Pelé, de 75 años, justificó su ausencia en la ceremonia por motivos de salud, afirmó que no tiene «condiciones físicas» para participar en la ceremonia.
En el último par de años, Pelé se ha sometido a varias operaciones, por problemas renales, en articulaciones y en la cadera.
Hace un par de días, el propio exfutbolista admitió que recibió la invitación de los organizadores y dijo que le agradaría hacerlo, pero entonces subordinó la decisión final a sus patrocinadores personales, alguno de ellos rivales comerciales de los patrocinadores de los Juegos Olímpicos.
Pelé asió la antorcha en la ciudad de Santos desde el balcón del museo que lleva su nombre hace un par de semanas, pero no participó en el relevo.
Entre los otros nombres que habían sido especulados por la prensa brasileña como candidatos a encender el pebetero figuran el regatista Torben Grael, el tenista Gustavo Kuerten y el maratonista Vanderlei Cordeiro.
Fuente: Crónica