Los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro terminaron este domingo luego de 19 días de competencias
en la primera justa veraniega que se celebra en Sudamérica.
Río despidió los Juegos Olímpicos y le cedió la estafeta a Tokio que dio una probadita de lo que
le espera a la justa veraniega en 2020. La ceremonia de clausura vivió su momento más asombroso
y espectacular cuando el Primer Ministro de Japón, Shinzo Abe, anunció los Juegos Olímpicos
de 2020.
Una auténtica fiesta se vivió en el Estadio Maracaná para despedir a los primeros JO que
se realizan en Sudamérica.
La música brasileña se dejó escuchar y sentir entre los asistentes, que no mermaron
su ánimo pese a la lluvia que se presentó.
La ceremonia comenzó con imágenes originales de Alberto Santos Dumont, el hombre a quien
los brasileños reconocen como inventor del avión.
Con trajes multicolores que los hacían parecer una bandada de papagayos, decenas de bailarines
formaron los Arcos da Lapa, el antiguo acueducto en Río de Janeiro. Luego, dieron forma al Cristo
de Corcovado y al Pan de Azúcar, antes de trazar el logotipo de los Juegos.
Tras la interpretación del Himno brasileño, por un coro de niños, varios atletas entraron a la
cancha del Maracaná con las banderas de sus países.
Sonriendo, bailando y tomándose selfies se pudo ver a los deportistas de las 206 delegaciones,
incluida la primera de refugiados en la historia.
Hubo medallistas entre los agasajados, incluida la gimnasta estadounidense Simone Biles,
la atleta sudafricana Caster Semenya y la taekwondoín mexicana María del Rosario Espinoza.
Para tomarse una foto con Biles había que hacer fila.
Mientras entraban los deportistas al estadio, un grupo de reconocidos DJ’s hacía resonar una
música de ritmo frenético, que puso a bailar a varios en sus asientos.
Los deportistas británicos portaron unos zapatos con con luces de led, rojas blancas y azules
en las suelas que cambiaban de color en todo momento, se podían ver de todo el estadio y no
dejaron indiferente a nadie.
La maratón varonil tuvo su premiación en el Maracaná, que se le entregó por completo al
keniano Eliud Kipchoge, ganador del oro. La plata fue para el etiope Feyisa Lilesa y el bronce
para el estadounidense Galen Rupp.
Después, Yelena Isinbayeva como representante de los atletas del COI se presentó en Río,
donde no pudo competir por las sanción que le impuso la IAAF por el dopaje de estado.
Eduardo Paes, alcalde de Río de Janeiro, entregó la bandera del COI a su presidente
Thomas Bach, quien se la dio a la Gobernadora de Tokio, Yuriko Koike.
Después de escucharse el himno japonés, se presentó un video donde personajes animados
como, Hello Kitty, Pacman u Oliver Atom, de Los Supercampeones, y Mario Bros, recorrían
avenidas de Tokio.
Mario llegaba a Río, a través de un túnel como en los videojuegos, pero fue representado ya
en carne y hueso por el Primer Ministro de Japón, Shinzô Abe, quien se quitó la gorra del
popular personaje y saludó a la audiencia de Maracaná.
Tokio invitó a los miles de asistentes, deportistas y audiencia a visitarlos para el 2020 con una
presentación llena de tecnología.
Carlos Nuzman, presidente del Comité Organizador de Río, dijo que los fanáticos locales se llevaron
el oro, mostrándose orgulloso de lo logrado en estos Juegos.
«Río hizo historia para siempre. De corazón les agradezco a todos y mucho éxito a Tokio 2020», dijo
Nuzman visiblemente emocionado.
Tocó el turno de Bach, quien agradeció la «irresistible alegría de vivir» de los brasileños, además de
ponderar la celebración de la diversidad que se vivió en Río.
«Llegamos a Brasil como invitados y nos vamos como sus amigos. Tendrán un lugar en nuestros
corazones para siempre. Fueron unos Juegos Olímpicos maravillosos en la Ciudad Maravillosa»,
afirmó Bach.
Después, el dirigente declaró clausurados los Juegos de Río 2016 para que el Fuego Olímpico
comenzará a extinguirse hasta apagarse por completo del Pebetero instalado en Maracaná, y luego
que comenzara el carnaval.