Después de que Guadalupe González se adjudicó la medalla de plata en marcha 20 kilómetros, la familia de la originaria de Tlalnepantla, Estado de México, no cabe de alegría por el logro conseguido en los Juegos Olímpicos.

Su padre Enrique González deseaba que su hija terminara bien su carrera en lugar de dedicarse al deporte, debido a los esfuerzos que hizo junto con su esposa para sacar adelante a sus hijos.

«Eso es cierto, yo quería que terminara bien su carrera porque nosotros sufrimos mucho, mi esposa y yo, para llegar a hacerlos a ellos. Tuvimos que trabajar los dos y a veces ni así, ni así alcanzaba».

Ahora con la medalla ya en las manos de Lupita González, a pregunta expresa, Enrique González reconoció que su hija lo hizo comerse sus palabras. «Sí, pero contento, no le hace», dijo su orgulloso padre.

«Muy contento, no puedo expresar lo orgulloso. Sí esperaba el triunfo, ella estaba preparada para eso.

«A pesar de todo eso ella se preparó muy bien y ya me había prometido a mí que traería una medalla no importaba cuál».

Es su mismo padre quien consideró que si hija se pudo haber llevado la gloria máxima en marcha, pero de que ella ganaría medalla, eso no lo dudaba. «Se durmió tantito y le ganaron la de oro».

Ahora que llegarán los apoyos por haberse adjudicado el metal de plata en la justa veraniega, Enrique González dijo que será decisión exclusivamente de su hija decidir cuál será su camino a seguir.

Finalmente, Justina Rodríguez, mamá de la hoy medallista olímpica, recordó que su hija se enfrentó a todo para estar en Río de Janeiro, por eso se encuentra muy feliz por el logro obtenido.

Misma emoción que tiene su hermana Leticia González, porque junto con su otro hermano, la apoyaron para seguir entrenando a pesar de la oposición de sus padres.