Andares Políticos
Benjamín Torres Uballe
Una pequeña minoría, conformada por grupos que poco representan a los maestros y en su mayoría responden a intereses particulares, está trastornando la vida económica, social y política del país, con métodos violentos e ilegales, afirmó el viernes pasado el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), en voz de su presidente, Juan Pablo Castañón.
La cúpula empresarial, harta de las acciones violentas y la anarquía generada por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), denunció: “Hay una disrupción aguda, con efectos en cadena, de ciclos de negocio y procesos productivos que son esenciales para las comunidades y para la subsistencia no sólo de las empresas, sino de sus propios empleados y trabajadores: miles de personas que dependen de su trabajo diario”.
Señaló, además, que “No es de extrañar el que, en esas condiciones, se estén dando paros técnicos en centros de trabajo, junto con la acumulación de pérdidas millonarias. El riesgo, totalmente real, es que éstos se multipliquen, no sólo por las causas magisteriales, sino mañana o pasado por reclamos locales o particulares: que cada quien vea por sus propios intereses, sin respetar la ley y el derecho de todos”.
Por su parte, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) —que previamente interpuso una queja ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), el pasado 15 de julio en contra de la CNTE por la violación a los derechos fundamentales de la población— anunció que en esta semana interpondrán amparos para que el Poder Judicial obligue a las Secretaría de Gobernación y de Educación Pública a actuar contra de la Coordinadora.
Mientras tanto, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) estima que las pérdidas a nivel nacional ocasionadas por el movimiento magisterial disidente rondan los 4 mil 200 millones de pesos.
Todo lo anterior se ubica en el comprensible hartazgo de los industriales por las cuantiosas afectaciones a su capital y al desarrollo de los negocios, sin importar el tamaño de las empresas. El caos se ha presentado, principalmente, en los estados de Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán. Ahí, de facto, el gobierno es la CNTE; los gobiernos son mero adorno.
No hay duda de que la paciencia de industriales y comerciantes parece haber llegado al límite y todo indica que no habrá más tolerancia a la profunda crisis económica y social que por negligencia, incapacidad e intereses políticos dejó crecer el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.
Una prueba fehaciente de ello son las medidas anunciadas por la Concanaco-Servytur ante la falta de una solución por parte del gobierno federal, entre las que se encuentran:
- Que se le exija a la CNTE la reparación por los daños ocasionados en las zonas afectadas.
- Que el gobierno, de manera precautoria, no libere las cuentas bancarias de la CNTE.
- Que el gobierno también exente, de forma inmediata, en las zonas afectadas, estos conceptos: cuotas del IMSS e Infonavit, impuestos sobre nóminas e impuesto sobre la renta.
Ignorar o enfrentarse innecesariamente con los dueños del capital es un craso error, pues de ahí se derivan impuestos, inversiones y fuentes de empleo, entre otras variables fundamentales. ¿Lo sabrán en el Gabinete? ¿Estarán conscientes de los efectos y daños que eso les puede generar? La bola de nieve crece y el Presidente de México tiene ya otro frente abierto, cuando todavía tiene varios pendientes.
Y las primeras consecuencias del “mal humor empresarial” ya se manifestaron en la encuesta del INEGI, Indicadores de Confianza Empresarial, correspondiente a julio de este año que, comparada con el mismo mes del 2015, tuvo descensos significativos, como en el caso del sector comercio, que al calificar la “Situación Económica Presente del País”, lo hizo con 31.8 puntos, mientras que julio de 2015 la evaluó con 37.9, es decir, hay un desplome de 6 puntos.
Pretender que el tiempo “solucione” las profundas afectaciones que la CNTE ha infringido a los diversos núcleos sociales es todavía un yerro mayor. Hoy la sociedad es más participativa, analítica, crítica y no es nada descabellado que el agravió del gobierno, con sus omisiones y pavor para aplicar la ley en el caso de la disidencia magisterial, sea cobrado en las urnas el próximo año y de manera contundente en el 2018, cuando se dispute la Presidencia de la República.
Resulta evidente que la continuidad del PRI en el poder está en riesgo inminente por el vergonzoso desaseo con el cual se ha “operado” el asunto de la CNTE —como el de la Casa Blanca y la abrupta cancelación del proyecto del tren de alta velocidad México-Querétaro, entre otros—. El fuego de la inconformidad parece haber encontrado en la indolencia oficial el combustible perfecto para alcanzar las grandes dimensiones que los detractores de este régimen desean.
Así el complicado y peligroso panorama que priva en México, donde la administración peñista se encuentra entre dos fuegos letales: la CNTE y los industriales y comerciantes. Las decisiones recientes en Gobernación dejan ver que, tal como se esperaba, la CNTE empezó a doblegar al gobierno del presidente Peña Nieto. Los líderes sindicales han quedado libres y pronto les devolverán las cuentas bancarias y la mayoría de las prebendas que les habían quitado. ¿Otra utópica solución a billetazos?
@BTU15