Después del resultado del referéndum en el Reino Unido para desincorporarse de la Unión Europea en junio del presente (Brexit) y de la fuerte depreciación que sufrió el peso mexicano (frente al dólar de EU), llevándolo a niveles por encima de los 19 pesos por dólar, el peso ha ido recuperando terreno hasta ubicarse alrededor de 18.40 pesos por dólar e inclusive por debajo de 18 pesos por dólar hace algunos días. ¿Qué es lo que ha explicado la dinámica del tipo de cambio peso-dólar en los últimos dos meses? En mi opinión, fuera del Brexit, que por el momento no parece preocupar a los mercados financieros internacionales, el movimiento del tipo de cambio ha sido explicado por tres factores: (1) Probabilidad de que el Banco de la Reserva Federal en EU (Fed) retome su ciclo de normalización de tasas de interés; (2) comportamiento del precio del petróleo; y (3) popularidad del candidato Republicano a la Presidencia de EU, Donald Trump. En la medida en que hemos visto que aumenta la probabilidad de aumento de tasas del Fed antes de finalizar el año, el dólar se ha fortalecido prácticamente contra todas las divisas, en donde el peso mexicano no es excepción y viceversa. Asimismo, hemos continuado observando una correlación negativa entre el precio del petróleo y el tipo de cambio (e.g. cuando disminuye el precio del petróleo, sube el tipo de cambio reflejando una depreciación del peso). En cuanto a Trump, hemos observado que a raíz de la Convención Republicana a mediados de julio cuando ha aumentado la popularidad de Trump, el peso se ha depreciado y viceversa. En resumen, considero que el tipo de cambio peso-dólar llegó a estar por debajo de 18 pesos por dólar la semana debido a que “se alinearon las estrellas” en términos de esta “triada”: (a) Disminuyó la probabilidad de que el Fed suba tasas de interés antes de fin de año; (b) aumentó el precio del petróleo de niveles cercanos a los 40 dólares por barril (dpb) a niveles cercanos a los 50 dpb (en términos de West Texas Intermediate); y (c) continuó disminuyendo la popularidad de Trump vs. la candidata del Partido Demócrata, Hillary Clinton. Hacia delante, como comentaré en el resto de este espacio, considero que será muy difícil que esta triada esté de lado optimista para el peso y es más, que pueda alinearse para el lado negativo.
(1) Probabilidad de que el Banco de la Reserva Federal en EU (Fed) retome su ciclo de normalización de tasas de interés. La semana pasada el tema estuvo dominado por las declaraciones del Presidente del Fed de Nueva York, William Dudley, que tuvieron un tono más restrictivo (hawkish) con respecto a lo que los miembros del Comité de Operaciones de Mercado Abierto del Fed (FOMC) habían estado comentando. Sobre todo porque enfatizó que “…el mercado está subestimando un alza de tasa de interés del Fed pronto…”. No obstante lo anterior, se percibió que el tono de las minutas de la reunión del 26 y 27 de julio –que se publicaron la semana pasada también-, fue menos restrictivo (dovish) debido a que pocos miembros del FOMC se mostraron dispuestos a subir tasas pronto. Así, una gran cantidad de variables financieras a nivel global registraron ajustes volátiles con esta información aparentemente “cruzada”. “Aparentemente” porque las minutas se escribieron con información al momento de la reunión, hace poco más de tres semanas y los comentarios de Dudley contienen información más reciente. En ese mismo sentido, el Vicepresidente del Fed, Stanley Fischer, comentó el fin de semana pasado que “…la economía norteamericana se encuentra cerca de varios objetivos del banco central…en particular de la inflación subyacente…”, en el que se percibió un tono similar al de Dudley (i.e. hawkish). Por mi parte, como he comentado con anterioridad, anticipo que el FOMC aumentará la tasa de fondos federales en 25 puntos base (0.25 puntos porcentuales) en diciembre, similar a lo que ocurrió el año pasado.
(2) Comportamiento del precio del petróleo. En mi opinión, el precio del petróleo (WTI) repuntó de estar en niveles cercanos a los 40 dpb a niveles cercanos a 50 dpb debido principalmente al anuncio de algunos miembros de la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP) en donde se comentó sobre la posibilidad de sostener una reunión en septiembre con el fin de “congelar” cuotas de producción. En mi opinión, los incentivos de su socio principal, Arabia Saudita, no están alienados para llevar a cabo una congelación de cuotas, por lo que anticipo que los participantes de los mercados se decepcionarán cuando vean que no lo llevarán a cabo en la reunión de septiembre y el precio del petróleo tenderá a la baja de nuevo.
(3) Popularidad del candidato Republicano a la Presidencia de EU, Donald Trump. Por el momento, el promedio de encuestas que publica el sitio de Internet www.realclearpolitics.com ponen a Donald Trump con una preferencia electoral de los votantes registrados en EU de 41.5 por ciento vs. 47 por ciento. Si bien la popularidad de Trump ha caído desde su nivel máximo en casi 46 por ciento en julio pasado, considero que la posibilidad de que Trump repunte o inclusive llegue a ganar la elección no es baja. En este sentido, Trump ha demostrado que sabe como referirse a su público objetivo por lo que, en mi opinión, si refrenda su posición con respecto a la milicia, particularmente hacia los veteranos de guerra, así como con respecto a su “política” internacional, esto podría reducir la preocupación que algunos simpatizantes de Trump han externado y que se ha reflejado en la baja de su popularidad, brindando un repunte a su popularidad en las encuestas.
En resumen, considero que la probabilidad de que materialice un escenario sostenible de bajas expectativas de alza de tasas del Fed antes de que termine el año, un precio del petróleo subiendo y la popularidad de Trump bajando es muy pequeña. Debido a esto, considero que la probabilidad de que el tipo de cambio peso-dólar registre otro episodio de alta volatilidad con un sesgo a que el peso se deprecie en los próximos meses es muy alta y por lo tanto que, entre otras cosas, la Junta de Gobierno del Banco de México decida elevar la tasa de referencia en su reunión de septiembre..
*El autor es Director General Adjunto de Análisis Económico y Relación con Inversionistas de Grupo Financiero Banorte.
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