La suspendida presidenta brasileña Dilma Rousseff dijo que está triste por perderse las festividades de los Juegos Olímpicos, que serán inaugurados el viernes por la noche en el estadio Maracaná de Río de Janeiro.
Rousseff observará la ceremonia desde el palacio presidencial en Brasilia, donde permanece desde que fue suspendida en mayo para enfrentar un juicio político. Rousseff tuiteó que animará por Brasil aunque no pueda acudir a la ceremonia.
Su predecesor y mentor, Luiz Inacio Lula da Silva, quien encabezó los esfuerzos del país para conseguir que los Juegos Olímpicos se realicen por primera vez en Sudamérica, dijo que ni siquiera verá la ceremonia por televisión. Su vocero Jose Chrispiniano indicó que el expresidente acudirá a un rally del Partido de los Trabajadores en Sao Paulo.
El máximo representante del gobierno brasileño en la ceremonia será el presidente interino Michel Temer.
Fuente: La Razón