Los cuatro nadadores estadunidenses, que el pasado domingo dijeron haber sido víctimas de un asalto, mintieron para tratar de salir indemnes de vandalismo en una gasolinera de Río de Janeiro, dijo hoy la policía local, que impidió a dos de los atletas volver a su país.
La tesis del asalto a mano armada, que provocó alarma y acaparó titulares en todo el mundo tras haber afectado al medallista Ryan Lochte, sería apenas una tapadera, según las autoridades brasileñas, que anoche obligaron a dos de los afectados (Gunnar Bentz y Jack Conger) a bajar de un avión que iba a salir a Estados Unidos.
Los dos atletas fueron interrogados por cuatro horas en el aeropuerto internacional de Río de Janeiro antes de ser puestos en libertad, pero sin pasaporte, pues aún deberán responder en Brasil a nuevas preguntas de los oficiales que investigan lo ocurrido y a eventuales cargos por falso testimonio.
El dueño de la gasolinera, donde los atletas pararon tras acudir a una fiesta en la Casa Francia de Río de Janeiro, explicó este jueves a la prensa que los nadadores provocaron desperfectos en el comercio y pelearon con el personal de seguridad.
“Fue puro vandalismo”, dijo el comerciante, citado por el diario O Globo y que aseguró que los deportistas orinaron en las paredes del recinto.
Fuente: La Razón