El especialista en el tema del petróleo señaló que esta medida afecta los intereses nacionales pues los salarios mínimos «están muy deteriorados».
«En lugar de elevar el precio de los combustibles que provocan estas repercusiones inflacionarias, podríamos comenzar por ajustar el gasto público, como reducir los salarios elevados en algunos ámbitos del gobierno, además de disminuir gastos suntuarios» acotó el investigador de la UNAM.
Fabio Barbosa consideró que el aumento a los combustibles refleja la «inestabilidad económica» que vive el país. Es «dramático» el deterioro económico que enfrenta gran parte de la población, «de simulaciones al aparato productivo y al sector agrícola, de desempleo y, por primera vez en muchos años, también podemos contemplar otro fenómeno, el descontento social».
Estos recursos que el gobierno espera obtener por el incremento de las gasolinas es una medida fiscal que «significa convertir a las gasolineras en oficinas de la Secretaría de Hacienda para recaudar fondos. No somos un país donde los precios se establezcan por la oferta y la demanda, sino por decreto presidencial para cubrir un hoyo fiscal», subrayó.
Los recursos que recaude el gobierno con esta medida serían invertidos, principalmente, en seguridad, es decir: policía, ejército y armamento, «el único renglón que podemos comprobar que está en crecimiento». Por último, consideró necesario iniciar la discusión nacional para impulsar un cambio en el modelo de desarrollo y un viraje en las políticas públicas.
Fuente: MVS