El nuevo parque abrirá sus puertas mañana sábado y su prioridad será cuidar la calidad de vida de los animales que todavía vivirán en él. Las nuevas normas implican disminuir el número de visitantes y prohibirles arrojar alimentos a las jaulas.
El proyecto contempla que los animales sean trasladados, de manera paulatina, a sus hábitats naturales, y los únicos que se quedarán son los que necesiten tratamiento veterinario.
El jueves pasado, las autoridades locales asistieron al traslado de 46 aves rapaces, las cuales fueron reeducadas para que aprendieran a cazar.
El cierre y la reconversión del zoológico de Buenos Aires inició en 2012 tras la muerte del oso polar ‘Winter,’ el cual falleció en Navidad por el calor.
Fuente: El Gráfico